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¿Qué está pasando con el mercado de la carne vacuna en China?
Estamos viviendo una situación de las más complicadas en el último tiempo. Venimos en una caída de precios fuerte, abrupta, que se hizo más intensa en las últimas cuatro semanas.
Esto se debe a la situación del covid en China, con ciudades confinadas y bajos niveles de consumo de carne, que han hecho que se acumule mucho stock en los depósitos. Eso fue lo que generó esta fuerte caída de precios.
¿Hay una estimación del volumen de ese stock de carne en China?
No hay información muy transparente con respecto a eso. El gobierno chino muchas veces interviene en muchos temas, cuenta con stocks estatales, y cada tanto saca productos al mercado para apaciguar la suba de precios. De hecho, esto ha sucedido en las últimas semanas, y por eso el golpe fue aún más fuerte.
No hay números transparentes. Lo que se sabe es que hay mucho stock, que de algunos productos hay menos y se necesita, pero no sabría decir bien la cantidad.
¿En qué porcentaje cayó el precio de la tonelada de carne vacuna?
Ha venido cayendo, en torno a un 30% en las últimas dos semanas. Fueron caídas importantes.
¿En qué precio promedio se está ubicando la tonelada?
Depende del producto, pero los precios en algunos casos han caído entre U$S 700 y U$S 800 por tonelada.
¿China está comprando carne en Brasil porque es donde consigue mejores precios?
Brasil es el país que se ve más perjudicado por estas frenadas grandes de China, por su gran capacidad de producción y por la capacidad de acumular mucha mercadería rápidamente si no se mueve a las velocidades que está acostumbrado.
Debido a esta situación, con un freno casi absoluto de las compras de China en las últimas tres o cuatro semanas, Brasil ha acumulado volumen y se encontró en la necesidad de vaciar depósitos.
Por lo tanto, Brasil ha tenido que bajar precios de forma importante para poder mover sus productos, fue algo que pasó en las últimas dos semanas. Esto hace que China se alerte, porque ve que Brasil vende más barato y espera para ver cuál será el piso.
¿Cómo explica que este año China haya comprado de forma más agresiva en el primer semestre, cuando por lo general compra más en el segundo semestre?
Todo el mundo esperaba que ahora se diera la demanda más fuerte de China, pagando los precios más altos del año, porque es cuando suelen hacer las compras para el año nuevo chino.
Pero se hicieron grandes compras en la primera parte del año y los confinamientos por el covid generaron un menor consumo. Por lo tanto, los stocks no bajaron lo que se esperaba que bajen y se vuelva a comprar en esta época del año.
¿Este stock sería suficiente para atender la demanda del año nuevo chino?
No está muy clara esa situación. Entiendo que esos stocks van a cubrir gran parte de la demanda, pero no será suficiente, y tendrán que hacer alguna compra puntual.
¿Cómo influye el tipo de cambio en todo esto?
Para ellos se vienen encareciendo los precios en dólares, y eso hace que esperen para ver cuál es el piso, no compran hoy porque mañana puede estar más barato.
Para que se reactiven las compras nuevamente, algo que va a suceder en algún momento, es necesario que se estabilicen los precios.
¿Cuáles son las perspectivas de mediano y largo plazo para la carne en el mercado chino?
Las perspectivas para la próxima semana es de que se estabilicen los precios, esperamos que sea lo antes posible. En algún momento va a tener que suceder.
Empezarán las compras tímidamente, creo que en noviembre y diciembre la demanda no será tan buena, porque van a esperar que pase el año nuevo chino.
Cuando se retomen las compras será a precios nuevos y con demanda fuerte en volumen; y luego el precio se irá incrementando, como ha pasado en los últimos años.
Veníamos trabajando a precios muy altos, históricos. Ahora se rompió el mercado, se estabilizarán los precios, y luego probablemente empecemos otra escalada de precios, porque la realidad es que no hay suficiente carne vacuna para abastecer la demanda china.
Lo importante sería que China estabilice el consumo. Que se corten las restricciones por el covid; y que en la medida de lo posible mejore el tipo de cambio, aunque eso es secundario.
¿Esa reactivación de las compras puede darse a través de algunos productos cárnicos en primera instancia, o cree que cuando vuelvan a comprar demandarán todos los cortes?
Hoy en día algún negocio puntual se hace, por algún producto de cierta planta en particular, que estaba desabastecido. Pero eso depende mucho del movimiento que haya tenido cada empresa.
Pero cuando vuelva la demanda de grandes volúmenes, creo que será por todos los productos.
¿Cómo ve las inversiones que está realizando China en ganadería, para la producción de su propia carne vacuna?
Está invirtiendo cada vez más, importando ganado en pie, pero están muy restringidos en el volumen que pueden producir para abastecer su consumo. Esa es una realidad. Creo que por ahora esa no es una amenaza para las exportaciones de carne vacuna a China.
¿Mientras tanto están trabajando con algún mercado alternativo?
Algunos mercados alternativos, como Estados Unidos y Canadá, han ayudado, pero con algún producto puntual, no con todos. Rusia también ha comprado algún producto si el precio le sirve.
La importancia de China radica en que es un mercado que consume todos los productos, durante todo el año, y no por temporada. Así que necesitaremos a China sí o sí para mantener el ritmo de faena y el precio del ganado. Es un mercado fundamental.
¿Cómo ve el posicionamiento de Uruguay en China?
La carne uruguaya ha hecho un muy buen trabajo en China y es reconocida principalmente por la seriedad del productor uruguayo a la hora de hacer negocios, así como por la calidad y uniformidad del producto.
Saben que cuando compran carne uruguaya no tienen sorpresas, es un producto de calidad y uniforme. Eso es algo muy valorado, sobre todo cuando se compara a Uruguay con otros países productores, que no cumplen tanto con esos requisitos.
¿Cuál es el gran desafío ahora en ese mercado?
El gran reto es estabilizar el precio del ganado, en relación a los precios de la región, para poder ser competitivos cuando China retome la demanda. Eso es clave, porque veníamos con valores extremadamente altos por el ganado, que estaban haciendo muy difícil el negocio en China. Uno de los motivos de la caída de la demanda fue este, que los precios de la carne estaban muy altos.
Rabobank proyecta que la demanda de China por carne vacuna y ovina australiana será continua, a pesar de la desaceleración de la economía del país asiático y de los bloqueos relacionados con Covid.
Hablando en un podcast, el analista senior de proteínas animales de Rabobank, Chenjun Pan, con sede en Hong Kong, dijo que las personas en China habían cambiado qué y dónde comían durante la pandemia. Los consumidores comenzaron a comer más alimentos en el hogar, incluida la variedad lista para comer, y comen con menos frecuencia en los restaurantes.
Es importante destacar que el mercado de la carne en el país se ha mantenido estable, a pesar de que sus productos son caros y se ha neutralizado una vía de su consumo.
“Actualmente los precios minoristas de carne vacuna y ovina son relativamente estables, en niveles históricamente altos. En comparación con el mercado internacional, los precios minoristas de la carne vacuna y ovina en China siguen siendo muy altos”, dijo Pan.
El analista de la entidad financiera holandesa agregó que “estos altos precios, a pesar de la desaceleración de la economía china, reflejan que el consumo de proteínas animales, en particular de la carne bovina, es bastante resistente”.
Las exportaciones de Australia a China se han reducido bastante en los últimos años. Sin embargo, en última instancia, la carne australiana se ha mantenido relativamente estable, a pesar de que las condiciones están cambiando, dijo Angus Gidley-Baird, analista senior de proteínas animales de Rabobank.
“Durante los primeros seis meses de este año, las exportaciones de cordero australiano a China cayeron 30% en comparación con el año pasado”, dijo, mientras que las exportaciones de carne ovina de animales adultos aumentó 11% en el mismo período.
La disminución de las exportaciones de cordero australiano a China y el correspondiente aumento de las exportaciones de otro tipo de carne ovina se relacionaron con la reducción del uso de restaurantes por parte de los consumidores.
“Las importaciones de cordero se destinan principalmente al sector de servicios de alimentos, en particular servicios de alimentos de alto nivel, como las cadenas de restaurantes premium, mientras que la carne de oveja o capón es una proteína de menor precio, consumida por el mercado masivo en las regiones del país que tradicionalmente consumen carne ovina, particularmente en el norte de China”, dijo Pan.
Señaló que “los bloqueos realmente afectan el consumo, pero en el caso de la carne ovina se ha protegido, ya que tiene un mercado un poco más amplio, que incluye servicio de alimentos y venta minorista”.
Los analistas también dijeron que las exportaciones de carne vacuna deberían permanecer estables por el momento, con un nivel reducido de exportaciones a China debido a los bajos volúmenes de producción en Australia.
En medio del empeoramiento de la crisis alimentaria mundial, aumentan las preocupaciones nacionales e internacionales con respecto a la seguridad alimentaria en China, el país más poblado del mundo y el mayor importador de alimentos.
El gobierno chino ha señalado sus abundantes cosechas de cereales y sus enormes sistemas de reserva de cereales para asegurar a su audiencia pública e internacional que el país no se enfrentará a riesgos inminentes de seguridad de cereales.
En la actualidad, China posee cantidades significativas de las reservas mundiales de cereales. Según un informe de Nikkei Asia, para mediados de 2022 se espera que China tenga el 69% de las reservas mundiales de maíz, el 60% de arroz, el 51% del trigo mundial y el 37% de soja. Sin embargo, esto fue negado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país .
No obstante, como señaló un funcionario de la Administración Nacional de Alimentos y Reservas Estratégicas de China en noviembre de 2021, el suministro en el mercado interno de granos está “totalmente garantizado”, mientras que las reservas se encuentran en un “nivel históricamente alto”.
Dado que las importaciones de arroz y trigo de China solo representan una proporción menor de su consumo total, y con las reservas de arroz y trigo más grandes del mundo, China no parece tener problemas importantes en el corto plazo con respecto a los suministros básicos. Sin embargo, el riesgo más importante para la seguridad alimentaria de China radica en su suministro de cerdos. Las preguntas sobre cómo alimentar a los cerdos de China siguen siendo un desafío creciente para Beijing y una amenaza para la seguridad alimentaria mundial.
Escasez de soja en China
Junto con el fenomenal crecimiento económico de China desde el período de Reforma y Apertura, las preferencias alimentarias, las dietas y los estilos de vida también comenzaron a cambiar, lo que resultó en un rápido aumento de la demanda de aceites comestibles y carne.
Desde principios de la década de 1980, el enorme apetito de China por la carne de cerdo ha resultado en la industrialización de la cría de cerdos y en empresas de engorde multimillonarias. Hoy en día, del total de sistemas de engorde en China, 42% corresponde a cerdos, 43% de aves y 9% de peces. El enorme apetito de China por la alimentación se debe, en gran medida, a su manada de cerdos en rápido crecimiento. Dado que aproximadamente el 75% de la alimentación animal es harina de soja y, por eso, la oleaginosa es fundamental.
Aunque China es el mayor importador de soja del mundo en la actualidad, no siempre fue así. De hecho, China solía ser un importante exportador . Sin embargo, para calificar para la adhesión a la Organización Mundial del Comercio (OMC), China tuvo que hacer compromisos considerables, incluida la reducción de los aranceles agrícolas generales y el apoyo a la agricultura nacional.
Mientras tanto, el artículo de Lester Brown de 1994 y el libro de 1995, “¿Quién alimentará a China?” planteó preocupaciones globales con respecto a la capacidad de China para alimentarse a sí misma. Beijing tomó entonces la decisión estratégica de abandonar el cultivo de soja y centrarse en la autosuficiencia en cereales básicos para garantizar el suministro de calorías. Como resultado, se eliminó la cuota de importación de soja y la tasa arancelaria se redujo al 3%.
Desde mediados de la década de 1990, con el auge del sector de los corrales y la disminución de la producción interna, las importaciones de soja de China han aumentado significativamente: de 1 millón de toneladas métricas (mmt) en 1996 a 95 mmt en 2017. China es el mayor importador de soja del mundo, compra más del 60% de las exportaciones totales del mundo. Desde 2000/01 hasta 2016/17, las importaciones de China representaron el 88% del crecimiento del comercio mundial de soja. Los productores de soja de EEUU y Brasil tienen dos ventajas sobre China en la producción nacional de soja: semillas más baratas y genéticamente modificadas (GM).
A medida que crecieron las importaciones, China redujo su producción interna. De 2008 a 2013 el área dedicada a la producción de soja se redujo en un 24%. En la provincia de Heilongjiang, el centro tradicional de la producción china, la superficie de tierra utilizada para el cultivo de soja se redujo en un 42%.
La soja importada se modifica genéticamente y se procesa principalmente para producir aceite de cocina y la harina utilizada en la alimentación animal. La soja producida localmente no es modificada genéticamente y se utiliza principalmente para el consumo humano directo (en tofu, leche de soja y salsa de soja, por ejemplo). El consumo de productos alimenticios de soja ha crecido, pero el consumo de aceites comestibles y harina de soja ha crecido más rápido y seguirá aumentando debido al aumento de los ingresos de los consumidores y al cambio de las preferencias dietéticas.
El creciente problema del maíz en China
En las últimas décadas, a medida que China avanza para modernizar su sector porcino, reemplazando la cría de cerdos en el fondo de las casas con una producción porcina moderna y comercial a gran escala, ha habido un rápido aumento en la demanda interna de maíz forrajero.
En comparación con el trigo, la soja y el arroz, la escasez interna de maíz preocupa aún más a los políticos chinos, al menos en un futuro próximo. En los últimos años, las importaciones de maíz de China se han multiplicado varias veces debido a los déficits en la producción.
En 2021, China tuvo que importar 28,35 millones de toneladas métricas de maíz, 152% más que el récord anterior de 11,3 millones de toneladas en 2020. La mayoría de las importaciones de maíz provinieron de Estados Unidos, Argentina, Brasil y Ucrania .
Aunque la disminución de las importaciones de maíz de EEUU en los últimos años se puede atribuir a la guerra comercial entre China y EEUU, China había buscado otros proveedores de maíz, importando una cantidad considerable desde Ucrania.
Desde 2020 China ha sido el principal socio comercial de Ucrania y ve al país como un punto de acceso fundamental para el comercio relacionado con la BRI , y sus exportaciones agrícolas se vuelven cada vez más cruciales para China.
En combinación con la posible escasez de mano de obra y el aumento de los precios de la gasolina y los fertilizantes, la guerra entre Rusia y Ucrania y las interrupciones posteriores de los envíos a China crearán una presión inflacionaria significativa.
Debido a la incertidumbre y las tensiones persistentes entre China y Estados Unidos, así como al conflicto entre Ucrania y Rusia, una mayor diversificación de las importaciones de maíz de Rumania y otros países europeos sigue siendo una alternativa importante.
Esfuerzos de China para gestionar sus riesgos porcinos
En los últimos años, el gobierno chino ha buscado impulsar la producción nacional de soja y maíz. Por ejemplo, en enero de 2022 el Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales anunció el nuevo 14º Plan Quinquenal de China sobre Agricultura. Según esto, China intentará aumentar significativamente la producción nacional de soja y maíz para impulsar la autosuficiencia en el suministro de cereales forrajeros. En particular, para fines de 2025, China quiere haber producido aproximadamente 23 millones de toneladas de soja, 40% más que los niveles de producción actuales.
En los últimos años, las crecientes tensiones comerciales entre China y Estados Unidos han afectado el comercio bilateral de soja. En un marco de seguridad alimentaria, China ha buscado sustitutos para la harina de soja y otros productos elaborados a partir de la oleaginosa.
Dado que la dependencia de China de la soja estadounidense se consideraba un eslabón débil durante la guerra comercial bajo la administración estadounidense anterior , Beijing ha tratado de fomentar la producción de soja en otros lugares, particularmente en Rusia.
En 2018, las importaciones de soja de China desde Rusia alcanzaron los 0,8 millones de toneladas, 64% más que en 2017. Dado el enorme potencial de Rusia para producir soja, China ha exportado más mano de obra agrícola a Rusia y ha aumentado la inversión en soja rusa.
En 2021, sin embargo, Rusia impuso un arancel del 30% sobre las exportaciones de soja en respuesta al aumento de los precios de los alimentos.
Además de buscar aumentar la producción nacional de soja, el gobierno chino ha anunciado planes para apoyar un mayor uso de la tecnología para estabilizar el rendimiento de los cultivos y garantizar el suministro.
Aunque Beijing ha retenido durante mucho tiempo los permisos para el cultivo doméstico de cultivos transgénicos, debido a la oposición pública a los alimentos transgénicos, los movimientos recientes del gobierno chino sugieren que pronto se aprobará la siembra comercial de maíz y soja transgénicos.
Los estándares para aprobar variedades de maíz y soya GM fueron publicados a principios de junio. Esto sigue a los anuncios de los principales formuladores de políticas de China, que han instado al progreso en el mejoramiento biotecnológico , así como del Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales, que sugieren que China se está preparando para permitir un mayor uso de la tecnología GM en la agricultura, y Beijing desea apoyar a las empresas nacionales de biotecnología . Por ejemplo, en diciembre de 2021, el Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales anunció planes para aprobar la seguridad de más variedades de maíz GM producidas por empresas nacionales, seguido de la aprobación de dos nuevas variedades de maíz GM para importación en enero de 2022.
Para reducir la dependencia de los cereales forrajeros extranjeros, China, en los últimos años, también ha tratado de importar directamente más carne de cerdo y otros productos cárnicos. Por ejemplo, el valor de las importaciones totales de carne y pescado del país casi se duplicó entre 2017 y 2019, aunque esto también se debió en gran medida a la escasez de carne de cerdo nacional.
En 2020 China importó un récord de 4,4 millones de toneladas de carne de cerdo, lo que representó más del 40% del comercio mundial.
China es ahora también el mayor importador de carne vacuna del mundo. En 2020 el país importó 2,1 millones de toneladas de carne vacuna , 23% de su consumo y el 30% del comercio mundial.
Incluso para la pesca, China, un país que durante mucho tiempo ha sido el mayor exportador de pescado, ha estado importando cada vez más. En 2016 importó 4 mmt de productos pesqueros y en 2019 saltó a 6,3 mmt .
Además, China está realizando esfuerzos para reducir el consumo interno de carne de cerdo. Con mucha preocupación sobre los impactos negativos en la salud del alto consumo de carne de cerdo de la población, el gobierno chino ha estado aconsejando que se consuma más carne de aves y pescado, lo que también reduciría la dependencia del país de las importaciones.
En 2018, con el brote de peste porcina africana, los precios de la carne de cerdo aumentaron significativamente. Para garantizar el suministro de carne del país, el gobierno chino introdujo políticas para aumentar la producción avícola nacional, lo que provocó un cambio en la estructura de alimentación del país: una fuerte disminución en la alimentación porcina y un aumento en la alimentación avícola.
Por ejemplo, en la provincia de Shandong, el mayor productor de carne de corrales de distintas especies en China, en encierro de cerdos disminuyó 28% y el de aves creció 8,6% entre enero y abril de 2019.
Como el índice de conversión de alimentos es de 2,7 a 5,0 para los cerdos, pero solo de 1,7 a 2,0 para los pollos, esto redujo la demanda total de alimentos de China sin reducir la producción de carne .
Autores: Genevieve Donnellon-May y Zhang Hongzhou.
Fuente: The Diplomat.
Los bloqueos severos por Covid en Shanghái y Beijing, junto con varios otros grandes centros de población chinos, han hecho que las importaciones de carne de ese país sean un tercio más bajas que las de hace un año.
La Administración General de Aduanas de China (GAC, por sus siglas en inglés) informó que las importaciones de carne (principalmente vacuna, de pollo, cerdo y ovina) en abril fueron de 592.000 toneladas, 35,7% menos que en el mismo período del año pasado; y que en los primeros cuatro meses del año cayeron 36% frente a igual período del año anterior, totalizando 2,26 millones de toneladas.
El gobierno chino está luchando por contener el peor brote de Covid en el país en dos años, con bloqueos severos impuestos el mes pasado a los ciudadanos en Shanghái y luego en Beijing, cubriendo a cerca de 100 millones de personas.
La demanda de los consumidores finales se ha visto afectada por el cierre de restaurantes y hoteles en todo el país, en un intento por contener el brote del virus.
Las importaciones también se han visto afectadas por la logística tensa, causada por un bloqueo prolongado en el Puerto de Shanghai, terminal de llegada clave para la carne vacuna, y Beijing.
Se informa de grandes retrasos en la carga y descarga de buques portacontenedores en ambos puertos, y algunos envíos se están desviando a través de otros puertos chinos.
Un aumento en la producción nacional de carne de cerdo también puede haber frenado el apetito por las importaciones de carne, informó Channelnews Asia.
Los comerciantes confían en la ubicación ideal de Shanghái para distribuir productos en todo el país, pero desde que el aumento de casos de Covid obligó a cerrar la ciudad a finales de marzo, mover productos refrigerados o congelados por todo el país se ha convertido en un dolor de cabeza logístico.
En una actualización reciente sobre las perspectivas del transporte marítimo mundial, la empresa de apoyo logístico Container xChange dijo que no hay suficientes embarcaciones disponibles y eso hará que los precios vuelvan a subir.
“Esto seguirá creando volatilidad en el mercado y la situación de congestión en las rutas transpacíficas tampoco mejorará significativamente, porque es una situación de arranque y parada. Simplemente volverá peor de lo que era, porque la forma de resolver un atasco de tráfico no es detener algo violentamente y luego pisar el acelerador nuevamente, se trata de asegurarse de que el tráfico fluya a una velocidad constante”, planteó la compañía.
El impacto de los bloqueos de Covid en los mercados clave tendría impactos de mayor alcance que conducirían a la escasez de equipos en China, el aumento de las tarifas de flete y el empeoramiento del atasco de tráfico en el comercio transpacífico, dijo Container xChange.
Por otra parte, analizó que el aumento de los precios del petróleo tendría un impacto limitado en el comercio de carga de contenedores a corto plazo, dijo la compañía.
“Por lo general, los altos precios del petróleo golpean con fuerza cuando las tarifas de flete son muy bajas. En los dos últimos años las tarifas de flete son astronómicamente altas, y el impacto de un aumento en el precio del combustible no tendrá un impacto tan grande en el corto plazo. Lo que queda por ver en el futuro es cómo se desarrolla la guerra de Ucrania y cómo la cadena de suministro genera resiliencia a largo plazo”, plantearon.
Fuente: Beef Central.