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El Instituto Nacional de Carnes presenta en Expo Durazno una plataforma digital para la comunicación entre INAC y todos los actores de la cadena, con el fin de brindar información de relevancia para el negocio en forma ágil, dinámica y en un formato simple
El Sitio del Ganadero está destinado a las personas vinculadas a la industria cárnica y en particular relacionadas con el envío de animales a faena (productores ganaderos, técnicos, consignatarios, industriales), quienes pueden acceder a la información estadística individual de su ganado.
Mediante un portal Web y una APP este proyecto se encuentra dentro de un programa mayor que tiene el objetivo de mantener el rol de INAC como proveedor de información detallada y confiable. De esta forma se busca aportar desde un espacio de diálogo para el intercambio de información con valor comercial por lo que se podrá expandir el uso de la información generada por el Instituto y gestionarla para incrementar las ventajas competitivas de la cadena, potenciando la transparencia.
Los datos individuales de las empresas vinculadas al sector que se presentan en esta versión corresponden a información de faena disponible en Cajas Negras. Se accede únicamente mediante usuario y contraseña permitiendo analizar la faena propia a través de una serie de tablas y gráficos
Un desafío relevante del proyecto es el cambio en la comunicación entre INAC y los usuarios. Con ese propósito se incluyen alternativas para notificaciones sobre faena o actualización de indicadores. Asimismo, se dispondrá de opciones para intercambios mediante Whatsapp o la propia APP, y la posibilidad de establecer servicios web (webservice) para usuarios avanzados.
Fuente: INAC.
¿Cómo asume este desafío de la vicepresidencia del Instituto Nacional de Carnes (INAC)?
Para mí es un desafío muy importante, porque soy un hombre que por generaciones estuvo vinculado al campo. Soy productor rural desde hace más de 40 años. Trabajé en el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Conaprole, en el Instituto Nacional de Colonización y ahora en el INAC.
Siempre tuve una gran admiración por la forma en que trabaja INAC. Siempre consulté la información que publica, participé de charlas, el Novillo Tipo me pareció una idea formidable para describir y mostrar el negocio de la producción y de la industria.
Y esa información de INAC es muy confiable, brinda transparencia a la cadena cárnica y le da garantías a todos de cómo funciona. Todas estas cosas fueron muy importantes para el desarrollo y afianzamiento de la cadena cárnica.
Uruguay debe ser de los únicos países del mundo donde se sientan a la misma mesa la industria, el gobierno y los productores, para discutir los problemas que tienen que ver con la cadena cárnica y se busca resolverlos.
¿Esa es la principal fortaleza de INAC?
Sí, es una de las grandes fortalezas. La otra es generar confianza en la cadena, a través de información transparente e íntegra, brindándole garantías a todos.
¿Qué oportunidades de mejora ve en INAC o en la cadena cárnica?
Tenemos un producto formidable, como lo es la carne uruguaya, de una gran homogeneidad. De norte a sur y de este a oeste el ganado que hay en Uruguay es de una calidad excelente, fruto del trabajo de los productores, en mejoramiento genético realizado durante varias generaciones.
Eso es algo que se ve en la calidad de la carne uruguaya. En Argentina hay ganados de excelente calidad en algunas zonas, pero en otras no. Lo mismo pasa en Paraguay y Brasil. Pero en Uruguay el ganado es excelente en todo el país y es lo que va al frigorífico.
Ese producto, que es de las mejores carnes del mundo, tiene que ir a los mercados de excelencia, que tienen el mayor poder adquisitivo, a los estamentos superiores de consumo. Ese es el destino de las carnes uruguayas, en INAC estamos trabajando en esa dirección y personalmente tengo esa visión.
¿A qué mercados se debería apuntar?
Hay que trabajar muchísimo en la apertura de nuevos mercados. Estoy convencido de que tenemos que integrar el Acuerdo Transpacífico, para Uruguay es fundamental, porque abriría puertas que hoy están cerradas. Eso sería un cambio muy importante, no solo para la carne sino para varios productos, que podrían acceder a mercados de primer nivel.
Pero hay otros nichos de mercado que también son muy importantes. Está Asean, con países como Filipinas, Malasia, Vietnam, Indonesia, países que tienen una gran población para la producción uruguaya. Es un mundo. Además ahí hay un nivel de consumo muy alto y demandan carne de excelencia. Tenemos que trabajar muy fuerte para entrar a esos mercados.
Lo mismo en mercados de la región de Arabia Saudita, que tiene un segmento de la población que requieren productos de alta calidad, como la carne uruguaya.
También hay que trabajar muy fuerte en los tratados, para bajar los aranceles.
¿Cómo observa la actividad de la cadena cárnica en lo que va de este año?
Estamos con una dependencia muy grande de China. No es cómodo depender tanto de un país.
Muchas veces me preguntan cómo va a responder Uruguay a estos altos niveles de extracción, y respondo que el país cuenta con una tecnología validada para poder dar respuesta a esta demanda.
Hoy tenemos la información del Taller de diagnósticos de gestación vacuna de INIA, que informa sobre una tasa de preñez promedio del 80%. Es una tasa muy buena considerando el promedio histórico de Uruguay.
Con 4 millones de vacas, nos permitiría superar los 3 millones de terneros, que sería la cifra necesaria para mantener estos niveles de faena. Así que creo que tendremos posibilidades incluso de crecer.
Hay un fuerte rejuvenecimiento del rodeo uruguayo, casi el 50% de la faena corresponde a animales muy jóvenes, están desapareciendo los novillos de más de 3 años, y ese lugar lo van a ocupar vacas de cría. Creo que vamos en la dirección de aumentar la producción de terneros.
Ya no existe aquel miedo de aumentar la producción de terneros porque sino van a bajar los precios. Esa espada de Damocles que tenían los productores despacito va desapareciendo. Sería importantísimo que eso desapareciera para que soltemos las amarras y podamos trabajar intensamente para aumentar los niveles de procreo.
Si se entoraran todas las vaquillonas a los 2 años, con 18 meses o 15 meses, aumentaremos rápidamente el rodeo de cría. Con esas herramientas que los productores conocen, que están validadas a nivel de campo, los productores van a dar respuestas en la medida que haya esa tracción por parte del mercado.
¿Cómo ve el sistema de engorde a corral?
Es un elemento novedoso, que vino para quedarse, que creció con la cuota 481 y sirvió para consolidar un sistema productivo muy importante, que además permite agrandar los campos.
Se intensifica la producción en varios sentidos.
Exactamente. El rejuvenecimiento del rodeo, la baja en la edad de faena, el aumento de la productividad del rodeo, de las vacas de cría y de los terneros.
Y se instala de forma cada vez más fuerte el tema ambiental, ¿cuál es su visión?
El balance de carbono es algo que muchos países lo están demandando y lo están poniendo como barrera para acceder a ciertos mercados. Por ejemplo: hay supermercados que no están permitiendo la venta de carne brasileña por la deforestación del Amazonas.
En Uruguay no tenemos esos problemas, al contrario. Los ministerios de Ambiente y de Ganadería están actuando fuerte, junto al INAC y al INIA, para demostrar que Uruguay es carbono neutro. Ese será un activo importante, en beneficio de todo el país, porque valorizará a la carne uruguaya y nos permitirá acceder a los mercados de alto poder adquisitivo, que tienen estas exigencias.
Es un trabajo que se está desarrollando y es fundamental, porque estos temas ambientales vinieron para quedarse; no son una moda pasajera.
¿Y cómo ve la propuesta de las carnes vegetales o sintéticas?
Eso sí es una moda pasajera. No creo que eso tenga andamiento. A esos productos no se los puede llamar carne; cuando la gente quiera comer carne irá a buscar la proteína animal.
Además, la elaboración de estos productos requiere de un esfuerzo mayúsculo y no sé cómo cerrarán los números de esas empresas. Pero el futuro de esa demanda para mí es muy dudoso. Creo que esas propuestas se van a caer rápidamente.
¿Qué puede comentar sobre la habilitación de la importación de carne con hueso de Brasil?
Esto ocurre porque las carnes uruguayas están muy valorizadas en el exterior y, a la vez, existe una alta demanda interna. El MGAP actúa con gran responsabilidad, permitiendo el acceso de carnes de lugares que tienen un estatus sanitario superior al uruguayo: libre de fiebre aftosa sin vacunación.
Además, esta habilitación permitirá que lleguen al mercado interno carnes con precios 20% inferiores a los que se ofrecen hoy. Eso para mí es muy importante, pensando en la canasta familiar y en el consumo interno. Eso es muy importante para el país, porque la carne es un producto tradicional en Uruguay.
¿Es optimista en cuanto al futuro del sector cárnico?
Sí, muy optimista. Creo que la carne seguirá siendo el buque insignia de las exportaciones uruguayas, cada vez más consolidada en el mundo. Por eso tenemos la responsabilidad de ayudar a que las empresas exportadoras accedan a mejores mercados.
Debemos ayudar, acompañar y respaldar en el acceso a los mercados, con absoluta responsabilidad, porque ese es un trabajo muy importante, cada día más serio y profesional.
El Dr. Álvaro Ferrés, directivo de la Asociación Uruguaya de Productores de Carne Intensiva Natural (Aupcin) proyectó el futuro de la ganadería de Uruguay este lunes 23 de mayo en la reunión especial de precios que la Asociación de Consignatarios de Ganado (ACG) realizó en el predio de la Sociedad Agropecuaria de Rocha.
Durante su presentación, titulada Hacia una nueva ganadería en Uruguay, se preguntó: “¿Cuál es el desafío que tiene Uruguay hacia adelante para incrementar la producción de carne?” y respondió que “vendrá por un incremento de la producción, del volumen y peso de faena, del porcentaje de extracción y de la cantidad de terneros”.
En ese sentido, dijo que Uruguay tiene por delante dos modelos de producción posibles: el de Estados Unidos o el de Australia.
El modelo de Estados Unidos
Sobre Estados Unidos, dijo que pasó de tener 130 millones de cabezas de ganado en 1974 a algo más de 90 millones de cabezas en la actualidad, pero faena más de 30 millones de vacunos por año. Esa faena se compone en un 53% de novillos y 30% de vaquillonas; y que el 80% del ganado que se faena es de alta calidad.
La extracción en Estados Unidos, sumando la exportación en pie, se ubica entre 34% y 36%, destacó Ferrés, al tiempo que recordó que en Uruguay la extracción mejoró, pero se ubica en 24%. Y señaló que, considerando los números de Estados Unidos, “Uruguay debería de estar cómodamente arriba de los 4 millones de cabezas faenadas”.
Ferrés señaló que en Estados Unidos los terneros que se producen van a un sistema de recría o directamente a un corral de engorde; y las vacas viejas van a frigorífico. De esa forma se especializa la cría, donde la tasa de destete es de 96%; y también se especializa la recría.
“En Uruguay se viene un modelo donde la vaca va a tener que ser más eficiente, van a relegarse los campos naturales, las pasturas mejoradas van a ser sistemas de recría; y gran parte de los animales que vayan a faena van a proceder de los corrales de engorde. Eso explicará las tasas de extracción de más del 30%”, sostuvo.
El modelo australiano
Por otra parte, Ferrés comentó que Australia tiene casi 23 millones de cabezas, 10 millones de vacas y produce 8,3 millones de terneros, con más del 80% de tasa de destete.
“Eso es lo que a nuestro entender pasará en Uruguay. El tema no es importar vacas en pie de Argentina para que tengan 65% de extracción. El problema se resuelve de dos maneras: que las vacas produzcan más y que las vaquillonas se entoren más jóvenes”, dijo.
“¿Por qué no se pueden entorar vaquillonas de 15 meses? ¿Quién dijo que se atracan? Se pueden manejar bien. ¿Por qué en el campo tiene que haber vaquillonas de 3 años sin entorar? ¿Por qué tiene que haber tantas vaquillonas de 1 a 2 años si a los 15 meses se pueden entorar? ¿No mejoraríamos la tasa de extracción si achicamos la cantidad de vientres improductivos en el establecimiento? ¿Qué tiene Australia que nosotros no tenemos?”, se preguntó ante un auditorio integrado por unas 70 personas.
El productor señaló que “cuando achicamos la edad de faena el rodeo se achica, y tenemos un stock más productivo. ¿Por qué Uruguay no puede tener 5 millones de vacas de cría y faenar 4 millones de cabezas? Técnicamente se puede”.
“¿Por qué destetamos terneros a los seis meses con 150 o 160 kilos? En un sistema de recría intensivo podemos perfectamente llevar ese ternero a 350 o 400 kilos, entrando a los corrales de engorde en diciembre, para faenarlos en marzo del año siguiente. Animales de 16 meses ya están en peso de faena. Y los que quedaron para atrás entran en ese invierno. Eso a nivel de pasturas son ganancias diarias de 500 o 700 gramos”, detalló.
“Australia tiene alta faena y alta exportación en pie. Si se exportan muchos terneros no nos quedamos sin ganado para faenar. En un sistema extensivo sí, pero si incrementamos la producción no hay problema de exportar en pie. Está demostrado”, afirmó Ferrés.
Aseguró que “no pasa nada que se vaya ganado en pie. La exportación es reguladora del precio y es fantástica. El tema es adoptar tecnología para acelerar la producción”.
Señaló que en Australia hay capacidad de engordar 1,5 millones de cabezas. Por lo tanto, tiene la posibilidad de producir 3 millones de cabezas, o más, en los corrales de engorde; además de la faena de ganado de pasturas.
Un negocio más productivo que especulativo
Para Ferrés, ese cambio en la ganadería uruguaya se va a dar, “porque el negocio pasa a ser productivo y no más especulativo. La gente no va a retener ganado porque después puede valer más. Es negocio producir más. Ese es el cambio que empezamos a ver y que entendemos que va a suceder”.
En ese sentido, consideró que el sistema australiano es más intermedio que el de Estados Unidos, y es probable que ese sea el camino a seguir en Uruguay.
La industria está haciendo un buen negocio
Ferrés remarcó que la información es importante en el negocio y señaló que el Instituto Nacional de Carnes (INAC) empezó a publicar datos que “no son menores”. En ese sentido valoró que “Uruguay está produciendo ganados más pesados y está vendiendo mucho más de lo que era antes el Novillo Tipo”.
Sobre la reciente actualización de ese indicador, subrayó que ahora vale US$ 1.826. “Hasta que INAC no lo publicó nadie se lo imaginaba. Estamos exportando carísima la carne”, dijo.
En ese sentido, dijo que “otro componente no menor son los márgenes industriales. No existe casi antecedente de US$ 400 de margen industrial. Entonces, los frigoríficos faenan todo porque están ganando una fortuna; y está bien que sea así”.
La actualización del Novillo Tipo se debe a que hoy la carcasa promedio es de 277 kilos y no de 250 kilos, como antes. Ferrés puso como ejemplo que el 4% que corresponde al pecho, vale más que el lomo.
“En China la carne se está vendiendo bien, pero sobre todo aquellos cortes que antes no se vendían o se vendían mucho más barato. Eso es China para Uruguay. Siempre dijimos que en el rump & loin están los cortes de calidad, los más caros, pero China paga más por otros cortes, por suerte”, destacó.
Aunque reconoció la alta dependencia de ese mercado, el directivo de Aupcin también consideró que es lógico que se le venda al comprador que paga más.
Si bien consideró que el precio del ganado puede bajar, también destacó que “el precio está tocando las nubes”. Y preguntó: “¿Les parece que tendríamos faenas de 50.000 o 60.000 reses si la industria no estuviera cómoda? Los únicos que no lo creíamos éramos nosotros”.
El integrante de Aupcin dijo que “tampoco es verdad que se estén yendo vacas preñadas a faena. La gente no considera que una vaca en la pantalla vale US$ 900 y en el frigorífico vale US$ 1.200, porque sabe que dentro de seis meses esa vaca tiene un ternero, que en pocos meses más vale US$ 500; y ese es un buen negocio”.
Además, sostuvo que “el criador olfatea que estos valores de la carne llegaron para quedarse. No estoy diciendo que el novillo va a valer US$ 6, sino que los precios buenos de la carne vinieron para quedarse, al menos por un tiempo. Todo esto si no pasa nada raro”.
“Es cierto que el precio está teniendo correcciones, pero no creo que el novillo vuelva a valer US$ 4. Porque lo que domina el precio de la carne a nivel mundial es el precio de los granos, y mientras los granos sigan valiendo mucho es muy difícil que el precio de la carne baje. Porque la carne se produce con granos, la de pollo, la de cerdo y la vacuna”, explicó.
Mercados
Ferrés afirmó que “Uruguay está negociando con el Sudeste Asiático, donde hay una oportunidad importante, porque los aranceles son menores y sanitariamente se puede acceder. Es parte de las prioridades del gobierno”.
Por otra parte, consideró que “el Reino Unido puede ser una oportunidad, pero no lo veo como uno de los países donde Uruguay pueda hacer la diferencia. No es China”.
Planteó como ejemplo que actualmente ya no hay diferencia entre un novillo cuota 481 o no cuota, porque pagan el mismo precio en otro mercado. “Ya no importa la ventana, ni la fecha de ingreso ni los días de encierro”, comentó.
Además, Ferrés consideró que “se vienen otros mercados que van a hacer que cada vez más los corrales de engorde empecemos a trabajar con novillos de 200 días de encierro, con la escala de marmoreo, el choice y demás. Es lógico, porque tenemos que vender más caro. Si le podemos agregar certificaciones, como carbono neutro u otras, mejor aún”.
Concluyó que “Uruguay tiene esos desafíos por delante, tiene todos los instrumentos para valorizar el producto, y desde el punto de vista del manejo tenemos herramientas tecnológicas que se pueden aplicar. Va a cambiar el comercio, el volumen, ¿por qué Uruguay no puede faenar 3 o 4 millones de cabezas?”.
¿Cómo evalúa el primer cuatrimestre para el negocio ganadero en Uruguay?
Al mes de mayo llevamos aproximadamente 1 millón de cabezas faenadas, 15% más que el año 2021 en el acumulado anual, teniendo en cuenta que el 2021 tuvimos un récord animales faenados, de carcasas más pesadas, de animales que promediaron los 30 meses, y a muy buenos valores.
Estos datos fueron un preámbulo de lo que está ocurriendo en este 2022. En este año hay algunos indicadores también interesantes. Por ejemplo: entre los componentes de la faena, en este año cobra mayor relevancia la vaquillona, con un crecimiento porcentual de casi un 30% respecto al año pasado.
También aumenta en la faena el novillo de dos y cuatro dientes en casi un 40%, el diente de leche 11%, y por lógica, caen significativamente arriba del 10% las categorías de seis y ocho dientes. Actualmente el 70% de los novillos faenados son diente de leche, dos dientes y cuatro dientes.
¿Estos datos son sostenibles?
A mi entender, estos datos de la faena no solo son sostenibles, sino que deberían ser el objetivo. Estos volúmenes de faena y extracción se están dando en un contexto de buena base en la producción de terneros, con un rodeo de vacas y vaquillonas relativamente estable, con un rodeo que lógicamente es más joven.
Aquí hay un gran mérito de todos los actores de la cadena, pero es importante destacar el mayor grado de eficiencia a nivel de producción, con una fuerte inversión en comida que permitió acelerar los ciclos productivos.
¿Cómo evalúan la faena de hembras? ¿Podría verse comprometido el stock?
Esto se da además en un contexto de fuerte competencia por la tierra, con una agricultura pujante, precios de los granos firmes, y la forestación en crecimiento. Si bien es probable que este año se de una disminución del stock, entiendo que no sería un dato para alarmarse, ya que esto no estaría reflejando un proceso de liquidación ni mucho menos.
Esta dinámica muestra una lógica, de que a estos valores tanto la industria como la producción vean la posibilidad de capitalizar el momento. No tengo dudas de que el sistema luego tenderá al equilibrio como lo ha hecho en otras ocasiones.
La clave está en lograr acelerar las recrías, de machos, pero también de hembras, ya que en un momento de tanta dinámica y extracción la hembra cobra relevancia en la faena, pero también juega un papel determinante el hecho de ingresar con un mayor número de vaquillonas para entorar a edades más tempranas. Entiendo que la valorización de la hembra, desde la ternera hasta la vaca preñada, juegan un papel clave en todo este proceso.
¿Cómo evalúa la demanda de carne desde el exterior?
En este 2022 los números muestran que estamos con volúmenes interesantes de exportaciones de carne, a un valor medio de la tonelada exportada de poco más de US$ 5.000 en el acumulado anual, un 30% más que el año pasado. Y esto a su vez se está reflejando en buenos precios de la hacienda. El IMEX se ha incrementado significativamente en todos los destinos.
¿Qué se puede esperar para el futuro considerando el panorama de incertidumbre a nivel internacional?
Si tuviésemos que proyectar el mediano plazo, lo positivo, y quizás el elemento central, es que la demanda de carne a nivel mundial está firme, con China como protagonista, pero también hay señales positivas de otros mercados.
Igualmente siempre debemos ser cautos al analizar el negocio de la carne y la ganadería en el tiempo. Se trata de un negocio lento y rentabilidades promedio históricamente bajas. Somos tomadores de precios en un mundo muy dinámico, expuesto a los vaivenes internacionales.
La pandemia y la situación generada por la invasión de Rusia a Ucrania han movido el orden de prioridades de muchos países, y son un claro ejemplo de ello. Lo cual también está dificultando las posibilidades de concretar acuerdos, o mejores condiciones de acceso a determinados destinos.
La situación de China marca otra señal de alerta, con una política de Covid 0, que está basada en un fuerte control de la movilidad de la población, con ciudades enteras de millones de habitantes confinadas, con puertos parcialmente cerrados, lo cual está impactando tanto en la distribución como en el consumo de alimentos, así como en el crecimiento económico de China.
El clima también es determinante. Cualquier evento climático adverso tiene impacto directo sobre las recrías y las tasas de preñez, lo cual puede impactar en la producción futura de terneros.
¿Cómo observa la evolución de los costos?
No se puede analizar el negocio pensando únicamente en los mayores ingresos, la facturación, o los buenos valores, sino que lo que importa es el margen.
Hago mención a esto, porque uno ve que existe una confusión bastante general, con algunos actores que están tratando de instalar de forma equivocada, y en muchos casos mal intencionada, la idea de sector “beneficiado” en el que no se hace diferencia entre el ingreso que puedan estar teniendo las empresas agropecuarias, o la agroindustria en general, en comparación con los costos o la rentabilidad de las mismas.
Y en ese sentido es importante remarcar que así como han subido los productos exportables, como la soja, la carne o los lácteos, también estamos ante una suba significativa y generalizada de precio de los insumos agropecuarios, combustibles (el gas oil aumentó 50%), fertilizantes (más de 300%), herbicidas (más del 100%), además del incremento del precio de las semillas, entre otros.
Otro punto a tener en cuenta es el atraso cambiario, que se ha acentuado en estos últimos meses, por razones internas y externas. Todo esto se traduce en un importante incremento en los costos, empeorando la relación de precios para el productor, hacia un menor poder de compra.
Por eso siempre insistimos que en el agronegocio el resultado hay que evaluarlo en el mediano plazo y no de forma coyuntural. También a nivel de la industria exportadora existen dificultades como los problemas logísticos que incrementaron sustancialmente el costo y disponibilidad de los fletes que se arrastra desde el año pasado.
¿Es optimista en relación a los TLC que se están negociando con la Unión Europea, China y Turquía? ¿Qué otros acuerdos comerciales serían importantes para la cadena?
El eje de la discusión pasa por el acceso. Cobra relevancia parte del riesgo que significa el hecho de concentrar las ventas en un cliente en particular. Pero tampoco podemos negar que hoy el mundo depende directa o indirectamente de lo que haga o deje de hacer China. No somos la excepción.
Ya sabemos que China es un mercado atractivo por sus bajas restricciones de acceso, que está pagando precios interesantes, que lleva todos los cortes valorizando toda la res, incluido el hueso, y que además tiene perspectivas de seguir creciendo. Es lo más parecido a contar con acceso pleno en un mercado, en donde no hay cupos y los aranceles no son extremos.
Dentro de los desafíos que tenemos por delante está, sin duda, el de bajar barreras de acceso, generar acuerdos comerciales, con China y otros mercados, que nos permitan diversificar destinos. Japón y Corea son ejemplo de ello, en donde si bien hoy se accede, el arancel es de 40%.
Para el caso del Sudeste Asiático, en países como Vietnam, Indonesia, Filipinas o Malasia, hoy tenemos ciertas restricciones en lo sanitario que debemos solucionar a la brevedad. En estos países de Asia puede existir un diferencial de precios interesante para determinados productos como las menudencias.
Se está trabajando en la posibilidad de incorporarse al CPTPP (Acuerdo Trans Pacífico). Por otra parte Estados Unidos siempre es un mercado relevante, es el segundo importador mundial de carne, y hoy está muy activo, pero la cuota de 20.000 toneladas no deja de ser una limitante.
El Reino Unido, tras el Brexit, se ha convertido en el octavo importador de carne, y allí también debemos trabajar. Respecto al acuerdo Mercosur-Unión Europea no tengo muchas expectativas en el corto plazo.
¿Qué oportunidades podría capitalizar la ganadería uruguaya?
Pienso que de a poco nos vamos transformando en una ganadería más desarrollada en varios aspectos, más madura, que muestra mayor estabilidad entre años, que ha ido incorporando algunas tecnologías de forma estructural.
Sin duda siempre hay indicadores para mejorar. Pienso que estamos en condiciones de apuntar a objetivos más ambiciosos, como podría ser incrementar la tasa de destete, o incorporar hembras a edades más tempranas a los sistemas productivos como forma de ensanchar los rodeos de cría.
A nivel interno esto se logra con un manejo más eficiente, mayor inversión, aplicación de tecnologías. Y hacia afuera: con una mejora en las condiciones de acceso, diversificación de mercados y reglas claras a nivel local, algo que con este gobierno no está en discusión.
En el fondo la clave está en que se mantengan los niveles de demanda firme, con buenos valores de la carne exportada y que eso sea trasladado a los valores de la hacienda en todas sus categorías.
Si en junio de 2023 el stock ganadero de Uruguay cae a 11 millones de cabezas o menos, “se encienden todas las alarmas”, advirtió el Ing. Agr. Rafael Tardáguila, consultor uruguayo que participó de la conferencia internacional sobre el mercado global de la carne, realizada el lunes 28 con la organización de la Asociación de Consignatarios de Ganado (ACG).
Tardáguila realizó la presentación titulada: ¿Son sostenibles los precios y el nivel de faena en Uruguay? Y fue el primero de los tres expositores que participaron de esta actividad, que continuó con el australiano Simond Quilty y el chino Gerrard Liu.
Proyecciones de faena y stock
Tardáguila repasó que en 2021 Uruguay logró faena récord, llegando a 2,638 millones de vacunos faenados, y destacó que “este fervor ha seguido en este primer trimestre del año. Cuando cierre marzo, estaremos en los 12 meses corridos con 2,7 millones de vacunos faenados. Récord para el país”.
En lo que va de este año, en comparación con el mismo período del año pasado, según información del Instituto Nacional de Carnes (INAC), lo que más aumenta son los novillos de dos a cuatro dientes.
“Con el dato de esta semana aumentó 32%, ya había aumentado 32% el año pasado, es impresionante lo que se está acelerando la terminación de los animales”, enfatizó.
Pero también aumenta la faena de vientres, advirtió Tardáguila. Indicó que la faena de vacas se incrementó más de 13% y la de vaquillonas 16%, y entre las dos categorías el aumento fue del 14%.
Señaló que, al anualizar la faena de vacas, sin tener en cuenta las vaquillonas, “estamos en 1 millón de cabezas a febrero. Se puede decir que había cierta compensación, pero de todos modos es un nivel históricamente alto”.
¿Se está comprometiendo el rodeo de cría?
Según los datos provisorios del año 2020/21 -el definitivo todavía no está-, el stock de vacas de cría ya había mostrado una caída de 58.000 cabezas en el rodeo de cría respecto al año anterior, cuando hubo un récord de 4,350 millones de animales.
“Es un hecho que este año va a volver a caer. En lo que va de este ejercicio ya se faenaron 600.000 vacas y vaquillonas más que el año pasado. Siendo conservadores, tal vez caiga en unas 150.000 cabezas adicionales, y se pasaría a 4,150 millones, lejos de los picos de 2019/20”, advirtió.
Tardáguila consideró que esas cifras todavía no son como para encender todas las alarmas, porque con un aumento de 3% o 4% en la tasa de destete se podría compensar. Pero a la vez reconoció que no es fácil aumentar 3% o 4% la tasa de destete, sobre todo si no se tiene un año muy bueno desde el punto de vista climático.
“El rodeo vacuno al finalizar este ejercicio seguramente mostrará una caída de unas 400.000 cabezas, esto lo publicamos en la revista de ACG de febrero, llegando a 11,4 millones de cabezas, manteniéndose más o menos en los niveles de los últimos años”, estimó.
Pero avisó que “si se mantiene este nivel de actividad tan importante, hay algunas proyecciones desde la industria de que se podría mantener este año una faena del entorno de 2,7 millones de cabezas, no hay como compensarlo”.
Por otra parte, sostuvo que #el dato de la producción de terneros ya está, no va a crecer en relación a los datos actuales (algo más de 2,8 millones); y después tenemos el desafío de que será más chico el rodeo de cría”.
Señaló que si el stock cae en otras 400.000 cabezas “estaremos en unos 11 millones de vacunos, la menor cantidad en lo que va del siglo. Ahí sí se me encienden todas las alarmas, porque hemos tenido una ganadería con algunos indicadores esplendorosos, espectaculares en crecimiento, primero en la fase de engorde y después en la de recría, pero eso todavía no ha llegado a la cría”.
Afirmó que ese aumento de productividad “tiene que llegar a la cría para que no pase esto. La mejor forma de que llegue es con un buen precio por el ternero, no hay otra manera; y que estén abiertos todos los mercados para el ternero, para que tenga la mayor cotización posible”.
Pero, de todas maneras, remarcó que si en el ejercicio 2022/23 hay un nivel de faena tan importante como el que hubo hasta ahora, “me empiezo a preocupar por el mediano plazo, por la cantidad de animales que tendremos para comercializar en 2024/25 y para faenar en 2025/26”.
¿Estos precios son sostenibles?
Tardáguila señaló que las condiciones del mercado internacional continúan indicando que la mayor probabilidad es de que los precios se mantengan firmes en el mediano plazo.
Pero advirtió que las relaciones de precios respecto a los demás países de la región y a los de otros exportadores indican que el precio en Uruguay está “algo recalentado”.
También sostuvo que “está algo recalentado en comparación con el valor medio de exportación”.
En definitiva, dijo que las expectativas son de un mercado “algo demandante y con precios altos, con las lógicas oscilaciones que siempre se dan”.
En ese sentido, llamó a seguir de cerca el avance de la pandemia en China.
¿Cómo ve al negocio cárnico en este momento?
Al cierre del primer trimestre del año, el negocio tiene algunas señales importantes en las variables de ajuste, a las que hay que estar atentos. Me refiero a un cambio de comportamiento de la precificación de los importadores en China, que pretenden valorizar menos los negocios para fines de este mes y principios de abril.
Habitualmente era lógico que eso pasara en China, y más se entiende cuando vemos que los precios internos de la carne de cerdo son más bajos y se recompuso la oferta de carne vacuna importada en China. O sea, la oferta es buena, los precios están altos y por eso la pretensión o las posiciones son más restrictivas.
Plantean 6%, 7% y hasta 8% menos de valor. Hay que estar muy atentos a eso, porque China es nuestro principal mercado formador de precios.
Si este fin de trimestre tuviera que estar caracterizado por algo, sería por los fuertes precios desde el punto de vista de las materias primas y la intención de nuestro principal mercado, de corregir un proceso de valorización que se venía dando desde finales del año pasado.
¿Se están cerrando negocios con ese ajuste de precios que proponen los compradores chinos o ustedes se mantienen firmes en la negociación?
Uno intenta ponerse ciertos objetivos, pero tiene que estar leyendo lo que pasa con la oferta, y tanto en suba como en baja, hay que seguir haciendo negocios. Quizá la velocidad de concertación de negocios sea menor, para intentar explorar un poco más el comportamiento del mercado en relación a los precios, pero tanto cuando sube como cuando baja, habitualmente se cierran negocios.
¿Cuándo se entrega la mercadería de los negocios que se cierran ahora?
Los negocios con China son de tres a cinco semanas de entrega. Ahora estamos cerrando para abril, tanto de programas regulares como de spot.
Dada la correlación entre el precio de la tonelada de carne de exportación y el precio del ganado gordo, ¿podría esperarse un ajuste de precio de la hacienda a faena?
En la medida que se ajusta el precio de la tonelada de carne de exportación, a la larga o a la corta el precio arbitra y ajusta. A mi entender, esa efervescencia que vivió el mercado de exportación, que se reflejó en el mercado de hacienda, pasa a tener alguna señal de cautela que hay que tomar en cuenta.
También sabemos que en el mercado de haciendas hay un proceso. Desde el punto de vista forrajero las variables se empezaron a normalizar recién en el verano, desde mediados de enero hacia acá, así que es ilógico pensar que inmediatamente se recompondría la oferta.
Además, se suma otro elemento que también juega en esto, que son las relaciones de precios con la reposición, específicamente la relación flaco-gordo, para quien está reponiendo previo a la entrada del invierno.
A mi entender, a fines de marzo y abril se empezarían a reencontrar un poco más las relaciones de mercado, porque las ventas corrigen la tendencia, y el precio del ganado continúa firme.
¿La intención de Marfrig es mantener el ritmo de faena?
En la medida que validemos negocios, nuestra intención es seguir de forma activa, fuerte. Seguiremos así en la medida que el mercado lo permita. Pero permanentemente hay que estar leyendo los dos mercados, afuera y adentro, para evaluar cuál es el mejor momento para otorgar licencias o hacer algún mantenimiento programado.
Hay que estar leyendo cuál es el mejor momento para reducir la actividad, generalmente se intenta hacer cuando las puntas del negocio se encuentran.
Durante mucho tiempo la industria reclamó más materia prima por la capacidad ociosa que tenía su infraestructura, ¿la actividad de estos años les permitió diluir costos?
No hay dudas de que el sector primario responde a las señales, y lo vemos en la dentición de faena, en el crecimiento del área de pasturas. Tampoco debemos olvidar que llevamos más de dos primaveras con déficit hídrico, en algunas zonas más generalizadas, pero esas cosas restan, así como la suba de los precios de los insumos, pero a pesar de eso el sector productivo siguió apostando a producir.
En contrapartida está nuestro compromiso de valorizar y procesar. Las dos cosas se han venido encontrando, y ojalá que Uruguay siga así. Nuestra intención es tener una demanda sostenida, dar señales claras e ir leyendo el mercado de forma permanente.
A veces el mundo nos enfrenta a algunos desafíos extramercado, como la suba de los costos de producción, por el lado de los insumos.
Por suerte el conflicto en Ucrania no generó grandes trabas desde el punto de vista comercial. Hubo desafíos, que desnudaron un montón de falencias en las que Uruguay tiene que seguir trabajando, como el acceso a mercados, pero no hemos visto en los tres principales destinos una afectación de nuestras exportaciones.
¿Cómo está la demanda de Europa y Estados Unidos?
Europa ha vuelto a tener una demanda firme, también influye que Argentina, que es un referente del precio de la carne en Europa, valoriza muy bien y las restricciones a la exportación provocan que el mercado reaccione sensiblemente.
Argentina viene liderando, como ha sido casi siempre, la referencia de precio en Europa. Y Uruguay está usufructuando de una Europa dinámica en este otoño.
En los últimos años la alteración era la pandemia, más allá de algunos temas que Europa flexibilizó y todavía no resolvió, parecería que el mercado tendería a normalizarse para poder tener previsibilidad en la demanda, tanto para ganado terminado a granos como a pasto.
En definitiva, a Europa la veo bien. Todavía no hemos visto una afectación por el conflicto.
En Estados hay algunas señales. El mercado interno tienen una fuerte valorización de su carne, pero a su vez hay algunas señales desde el punto de vista de su economía que son algo más auspiciosas que el año pasado, además de la recomposición de la oferta de otros países, como Brasil, que entró muy fuerte al mercado estadounidense; además de Australia y Nueva Zelanda, que marcan la tendencia de precios de carne magra que importa Estados Unidos.
Pero el mercado está bien, firme, en las últimas semanas corrigió la tendencia de suba, ajustó algunos centavos el precio de la carne magra, pero a nuestro entender sigue siendo una pata muy importante para Uruguay. Aunque me gustaría que podamos usufructuar de un mayor volumen con un gravamen diferente.
En definitiva, Europa y Estados Unidos vienen funcionando activamente y muy bien.
¿Cómo tomaron las medidas del gobierno de exoneración del IVA al asado y que les hayan solicitado congelar el precio de la carne con hueso durante un mes para atender al mercado interno?
En un momento de precios altos uno tiene que mirar que el mercado interno no logra sostener el consumo, absorber esos precios, y el gobierno está dispuesto a relegar la recaudación del IVA del asado por un mes.
Nos parecía que esa era una buena señal, para generar un compromiso de estabilidad, y que el Estado relegue sus ingresos, para darle una señal al consumidor, en el asado y en toda la carne con hueso, donde hay una congelación de precios.
No es algo a lo que estemos habituados, lo miramos con cautela, por algunos ejemplos en la región que nos preocupan, pero más allá de eso hay un proceso transparente y genuino, para plantearlo, tanto cuando se puede hacer como cuando no se puede hacer, como ha ocurrido en otros momentos.
En particular no lo veo con preocupación, porque hay un diálogo abierto, y a su vez la información es bien transparente, está toda arriba de la mesa, principalmente en lo que INAC articula.
¿Cómo proyectan el negocio hasta fin de año?
Hay que seguir observando lo que le puede pasar al mundo, en función de las variables que genere este conflicto. Pero normalmente a los países productores de materias primas, estos procesos de desorden nos benefician.
La demanda está, va a estar en nuestros principales mercados. Uruguay tiene un montón de deberes. Cuando tuvimos que salir de Rusia vimos que los destinos que hay para la lengua y el hígado pagan precios sustancialmente menores, y eso impacta en la valorización total del animal y de la tonelada de exportación.
En función de que esos deberes también se aceleren, que se pueda mejorar el acceso a Corea del Sur, Japón, Sudeste Asiático, China, Estados Unidos y Europa, considerando que la demanda está, que el conflicto aparentemente afectó fuerte a los insumos, y que el clima da señales de recomposición, esperamos un buen año de actividad.
En resumen, esperamos buena demanda, que haya trabajo, pero hay que tener especial cuidado cuando los precios son muy altos, ir siguiéndolos muy de cerca, para no tener un traspié en las relaciones de precios. Pero más allá de eso no veo amenazas críticas que nos puedan impedir tener otro gran año como lo fue el 2021.
Las exportaciones de carne bovina de EEUU alcanzaron un récord en 2021 , con más de 1,1 millones de toneladas (frescas y congeladas), 18% más que en 2020.
Casi todo el aumento se debió a que los envíos a China casi se cuadruplicaron, con otros proveedores como Brasil, Argentina y Australia perdiendo cuota de mercado.
Las tensiones entre Australia y China han afectado negativamente el comercio de carne vacuna en los últimos años, con varias fábricas australianas suspendidas del mercado chino.
Los informes de la industria sugieren que la caída de la demanda de los canales de nivel inferior en China ha afectado el comercio de América del Sur, ya que es predominantemente que sus animales sean alimentados a pasto, por razones de costos.
Sin embargo, la carne vacuna alimentada con granos gana popularidad en el comercio de restaurantes de clase media y alta, que Estados Unidos ha capitalizado.
El USDA pronosticó que la producción de carne vacuna de EEUU caerá levemente en 2022. Las exportaciones caerán y las importaciones se mantendrán estables en gran medida año tras año. Estos pronósticos se basan en una expectativa de mayores suministros exportables en Oceanía y América del Sur, y suministros de ganado estadounidenses más ajustados.
Según datos del USDA, la producción de carne vacuna de EEUU alcanzó los 12,7 millones de toneladas en 2021, 3% más que en 2020 y el nivel de producción más alto en mucho tiempo.
El aumento provino, en gran parte, de un mayor rendimiento del ganado, ya que los pesos promedio de las canales se mantuvieron relativamente sin cambios. En 2021 se faenaron 33,8 millones de cabezas, 3% más que el año anterior.
La industria ganadera de EEUU se ha visto muy afectada por la pandemia de COVID-19. Los informes de brotes de virus entre el personal de las plantas frigoríficas se han generalizado en los últimos dos años, lo que redujo la capacidad de procesamiento y provocó una acumulación considerable de ganado en los establecimientos.
Como resultado, los precios del ganado se vieron presionados en 2020 y el peso medio de las canales aumentó.
Por el contrario, los precios de la carne vacuna al por mayor se dispararon a principios de 2020, ya que la demanda reflejó compras iniciales de pánico, seguidas de cierres de servicios de alimentos, lo que significó que más consumidores compren carne para consumir en sus casas.
Durante 2021, tanto los precios al por mayor como en el campo en EEUU han tenido una trayectoria ascendente, ya que la capacidad de procesamiento y la demanda del servicio de alimentos han seguido recuperándose. La industria ganadera de EEUU espera fuertes retornos en 2022, en un contexto de menor producción.
EEUU es un importante importador de carne vacuna, con 1,1 millones de toneladas de productos frescos y congelados en 2021 (-1% interanual).
Los volúmenes más bajos de Australia fueron la principal presión a la baja, ya que los rebaños se recuperaron después de las condiciones de sequía, lo que limitó la producción. Si bien no fue suficiente para compensar las pérdidas australianas, los envíos aumentaron desde Canadá, México y Brasil, este último luego del levantamiento de una prohibición de EEUU en 2020.
El Reino Unido obtuvo recientemente acceso a los EEUU para exportar carne vacuna y, según HMRC, se enviaron 1.500 toneladas en 2021, cinco veces más que el año anterior.
Fuente: AHDB / Hannah Clarke.
La doctora Stella Maris Huertas es médica veterinaria, con un máster en Salud Animal. Es docente grado tres de Facultad de Veterinaria, donde integra el departamento de Salud Pública, y está a cargo de bienestar animal en animales de producción.
Junto a un grupo de profesionales también trabaja en certificación y capacitación, con base en la norma UNIT-ISO/IEC 34700:2016 de Bienestar Animal y en los protocolos europeos Welfare Quality.
Destacó que el año 2021 fue el primero que incluyó el bienestar animal en la currícula de Veterinaria, a través del nuevo plan de estudios.
Hasta el año pasado no existía bienestar animal como materia curricular en la carrera, se ofrecía como curso optativo para estudiantes y como cursos de educación permanente para profesionales veterinarios ya recibidos.
¿Cómo ha sido la evolución del bienestar animal en Uruguay?
Desde sus inicios fue un tema importante. Empecé a trabajar en esto en 1999, cuando prácticamente nadie hablaba de bienestar animal en Uruguay. Ganamos un proyecto del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), porque nos preocupaba la cantidad de hematomas en las canales, cuando todo el mundo decía que era normal. Pero no podía ser normal.
Así empezamos a trabajar para buscar las causas de esos machucones, y comenzamos a relevar los camiones que transportaban el ganado, cómo se cargaban, cómo se descargaban, cómo eran tratados esos animales en la planta de faena, dónde se encontraban los machucones, qué profundidad tenían y cuánto significaban esas pérdidas en dinero.
Ese proyecto del grupo de Facultad de Veterinaria que lideré finalizó en el año 2004, y esos hallazgos marcaron un antes y un después.
Luego, INIA, el Instituto Nacional de Carnes (INAC) y la Universidad del Estado de Colorado (Estados Unidos), realizaron auditorías de calidad de carne, con resultados bien conocidos. Eso fue importante, porque demostró a toda la cadena, a los productores y a todos los eslabones, que se estaba perdiendo mucho dinero, además de ocasionar un gran sufrimiento a los animales.
Tanto fue el impacto, que todos los actores de la cadena, autoridades e instituciones iniciaron un proceso de capacitación y difusión de las buenas prácticas ganaderas. Esto fue liderado por Facultad de Veterinaria, pero también participaron INIA, INAC, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y la Asociación Rural del Uruguay.
Y luego las auditorías de INIA mostraron un descenso importante en los machucones en las carcasas, lo que significó una disminución de las pérdidas por machucones que provocaba el mal manejo, que pasaron de US$ 32,50 por animal en 2004 a prácticamente la mitad.
¿Y cómo se logró esa mejora?
Nos basamos en las buenas prácticas, en trabajar con los animales de manera tranquila, utilizando banderas, sin cargar mucho las mangas y los corrales, trabajar sin perros en los corrales. No aceptamos a los perros en los corrales, de repente pueden ayudar a sacar los animales de los montes o trabajar en los campos, pero no en los corrales. Los perros significan un gran estrés para el ganado, sobre todo cuando están en los corrales.
¿Qué marcan los últimos datos de evaluación de hematomas en las canales?
Las últimas auditorías de INAC, de INIA y trabajos de investigación en el marco de tesis de grado y posgrado que hemos realizado en la Facultad de Veterinaria, indican un nuevo aumento en los machucones. Eso nos deja bastante preocupados, e indica que hay que continuar capacitando y difundiendo las buenas prácticas en el manejo del ganado.
La gente se va olvidando de usar la bandera, la empieza a usar como picana o directamente la tira y agarra un palo o incluso un palo con un clavo. Todo eso nos preocupa; y por supuesto que las pérdidas económicas también aumentaron.
Pero es de destacar que no volvimos a encontrar machucones de grado tres, que son los más profundos, que llegan hasta el hueso o incluso lo fracturan. Esto demuestra que hay más conciencia en el tratamiento de los animales.
Aunque sí hay machucones superficiales, porque la gente pierde la paciencia, se olvida de las premisas en las que tanto insistimos. Este es un tema de mejora continua. Hay que insistir en estos conceptos, para que la gente continúe trabajando bien.
¿Cómo es la adopción de instalaciones ganaderas adaptadas al bienestar animal?
Han mejorado desde las primeras visitas de Temple Grandin a Uruguay. Esta mujer estadounidense, autista, que es la madre del bienestar animal, fue quien diseñó estos corrales, en función de su sensibilidad y por su experiencia con los animales en la granja de su familia.
Hay una película que se llama Temple Grandin, que la recomiendo enérgicamente, que es sobre su vida, sobre cómo se sobrepuso a pesar de su condición de autista y cómo diseñó estos corrales, siguiendo el sentido de las vacas, que siempre quieren volver al lugar de dónde salieron. Por eso lo ideal son las mangas curvas.
En Uruguay hay una gran cantidad de establecimientos que instalaron mangas de este tipo. Hay otros establecimientos donde las mangas anteriores todavía están en buenas condiciones y nos llaman para pedirnos que les demos algunas indicaciones para optimizar su funcionamiento.
Que las mangas no sean curvas no quiere decir que estén mal. Muchas veces depende de la capacitación del personal. A lo largo de estos años vimos mangas que están espectacularmente bien, sin embargo el personal no está adecuadamente capacitado para manejar animales. No tiene ni los mínimos conocimientos de dónde tienen que pararse, cómo tiene que moverse para que el animal camine hacia adelante y no recule o se dé vuelta.
Aún si el establecimiento tiene mangas espectaculares, si el personal no está bien capacitado, el trabajo se hace mal. Así como hemos visto mangas que no son modernas, y sin embargo el personal es muy consciente, está bien capacitado, sabe trabajar con los animales, de forma lenta, sin gritos, sin perros, colocándose adecuadamente en la zona de fuga del animal.
Creo que van de la mano las instalaciones buenas, bien mantenidas, con la capacitación del personal.
¿Hubo una evolución en las jaulas de los camiones?
Tenemos trabajos que datan de principios de los años 2000, donde se hizo el relevamiento de cientos de camiones de transporte de ganado a los frigoríficos. Luego volvimos a hacerlo hace 10 años, y el más reciente comenzó hace tres años.
En comparación, la flota de camiones mejoró sustancialmente. La gran mayoría de los camiones son unidades nuevas, así como vimos la llegada de camiones doble piso, que son muy usados en Europa, en Estados Unidos e incluso en Brasil, pero en Uruguay no se usaban.
Ahora hay varias de estas unidades y se nos planteó la duda sobre su beneficio al bienestar animal. En 2019 hicimos un proyecto piloto con estudiantes de Facultad de Veterinaria, registrando la descarga de los animales en estos camiones doble piso en las plantas de faena.
Hay diferentes tipos de estos camiones. Unos tienen descenso hidráulico, otros tienen una rampa. Y luego de la faena de los animales comparamos sus machucones. Lamentablemente la pandemia nos cortó este trabajo, con el que estábamos muy entusiasmados. Habíamos tenido resultados preliminares muy interesantes.
Ahora estamos en condiciones de retomar esa evaluación, así que en unos meses vamos a tener un resultado más definitivo sobre cuáles de esos tipos de camiones son los mejores, y compararlos con los que tradicionalmente se usan en Uruguay.
¿Cuál es la principal diferencia de esos camiones en relación a los tradicionales?
Son de aluminio, livianos. Aparentemente los animales se adaptan a ese material. A veces pensamos que pueden hacer demasiado ruido, pero los animales no parecen asustarse o tener problemas con eso.
¿Qué otras propuestas de mejora del bienestar animal hubo para el transporte?
Hace algunos años el empresario José Lestido convocó a la Facultad de Veterinaria porque inventó unas placas de goma que van instaladas en la parte interna de la jaula de un camión convencional. Esto incluye además, unas aletas que tapan los bordes filosos en la entrada, en las puertas, que se accionan con la parte hidráulica del camión.
Lestido nos pidió que lo evaluáramos desde el punto de vista del bienestar animal, y un análisis estadístico, para ver si efectivamente este dispositivo, llamado Progat (protección del ganado durante el transporte) contribuye a disminuir los machucones o no.
Comparamos camiones idénticos, uno con dispositivo y otro sin él, que transportaron ganado de similares características, de los mismos establecimientos a las mismas plantas de faena, y encontramos que este dispositivo contribuye a disminuir sustancialmente los machucones en los laterales de los animales.
Incluso muchas plantas de faena están evaluando incorporar este dispositivo a sus flotas de camiones. Si bien no es la panacea total, permite disminuir de forma sustancial los machucones, sobre todo cuando se trata de ganados buenos, como los novillos, ganados de cuota 481, de feedlot, que es una carga de valor muy importante.
Ese es un avance para la industria y el transporte, que van de la mano.
¿Cómo ha sido la evolución del bienestar animal a nivel de plantas de faena?
La evolución del bienestar animal a nivel de plantas de faena ha sido fantástica. La industria ha entendido claramente la ventaja de mejorar sus corrales. Las recepciones de ganado de prácticamente todas las plantas han sido remodeladas y basadas en los conceptos de Temple Grandin.
Los cajones de noqueo son nuevos, se ha puesto un encargado de bienestar animal que responde directamente a los dueños de los frigoríficos y que tiene que ser un veterinario, por indicación del MGAP. Esto tuvo como punto de partida una exigencia de la Unión Europea, pero nos vino muy bien.
¿Cómo califica el posicionamiento de Uruguay respecto a otros países en materia de bienestar animal?
Siempre hay espacio para mejorar, el camino que nos queda es largo, pero Uruguay tuvo la visión de ponerse en marcha muy rápido. Estamos un paso adelante en muchas cosas, y a esto el mundo lo ve, lo respeta y lo valora.
A tal punto de que la OIE (Organización Mundial en Salud Animal) seleccionó a Uruguay y a Chile, luego se incorporó México, para crear el Centro Colaborador de OIE en Bienestar Animal y sistemas de producción pecuarios para las Américas. Se trata de un consorcio entre la Universidad Austral de Chile, la UNAM de México y nuestra Universidad de la República en Uruguay, a través de la Facultad de Veterinaria. La dirección de este centro es rotativa cada tres años en cada país, correspondiendo a Uruguay este año 2022 bajo mi dirección.
Esa es una distinción muy importante, que habla del reconocimiento a Uruguay, que ha trabajado mucho y muy bien.
Aún falta, pero los productores ganaderos incrementaron enormemente la conciencia del trabajo con los animales. Vamos por la carretera y es muy común ver gente trabajando en las mangas con banderas, cargando ganado con banderas.
Pero hay que insistir en las buenas prácticas. Hay que dejar de usar la picana eléctrica, sólo debe usarse cuando no hay otra alternativa, cuando hay un animal caído y hay que levantarlo, pero no usarla porque sí.
En conclusión, la mejora debe de ser continua, pero estamos bien.
¿Cómo impacta el estrés calórico en los animales y cuáles son las recomendaciones en estos casos?
Cuando estaban anunciando la ola de calor recomendamos por los medios que no se trabajara con animales en las horas del mediodía, que se eviten las horas más calurosas, que se trabaje a la mañana y en la tardecita.
Que se trate de prodigar agua en la medida de lo posible, que no se hagan muchos kilómetros con los animales. Que en los tambos se use ventilación y si la humedad es muy baja se aplique aspersión para mojar a los animales, pero esto solo cuando la humedad es baja. Si la humedad supera el 70% no sirve la aspersión, porque es agregar humedad y calor.
Pero la situación de estrés calórico en esos días fue complicada, sobre todo en los animales que estaban en confinamiento. Supimos de muertes de animales por calor en varios de esos establecimientos.
Es muy importante la sombra, que tiene que ser alta, para permitir que el aire corra por debajo. Si es posible tener árboles, pero la malla sombra con determinada altura funciona muy bien, se ve a los animales que van enseguida a colocarse bajo la sombra.
¿Cómo observa la situación de ataques de perros a ovinos?
Ese es un problema que no es nuevo, lamentablemente tiene unos cuantos años y ha venido en aumento, de forma muy importante. La tenencia irresponsable de perros ocasiona este tipo de situaciones.
No es solo ataques a animales sino también a personas, ocasionando accidentes de todo tipo.
No es un tema sencillo de solucionar, tiene muchas aristas, debería pasar básicamente por una gran campaña de concientización de la población, unida a la castración, al chipeo, a retirar esos animales de la vía pública, de los caminos y vertederos, etc.
Esto insume dinero, porque hay que realojarlos en refugios y después ver qué se hace con ellos. En ningún lugar del mundo ya se están aceptando las eutanasias, como se hacían antes. Sin embargo, cuando las superpoblaciones son tan elevadas y pueden afectar la salud pública, hay que pensar en algún tipo de solución, además del realojo.
Es importante promover la adopción, pero la reproducción de los perros va mucho más rápido que estas medidas. La Facultad de Veterinaria forma parte del consejo directivo honorario del Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA).
Se deben tomar medidas lo más rápido posible, porque esta situación así lo demanda.
La Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA) manifestó una “absoluta coincidencia” con lo expresado por el ministro Julián Domínguez, luego de la reunión con algunos representantes de la cadena de carnes, respecto de la necesidad de aumentar la producción ganadera para, de esta manera, aumentar la producción de carne, generando así más oferta para consumo y exportación.
Peso de faena en Argentina
“Entendemos que para aumentar la producción de carne de manera sustentable el sector necesita un horizonte previsible para los próximos cinco años. Una forma de generar esa confianza puede ser aplicada directamente y sin dilación, por el Ministerio de Agricultura, con una resolución que incremente el peso de faena (reducido de un día para el otro por el gobierno anterior sin sustento en la producción)”, comenta CICCRA.
Según esta Cámara de la carne, la medida debería implementarse de manera escalonada, para brindar previsibilidad, hasta llegar a un peso mínimo de faena de 400 kilos. “Como ejemplo, pensemos que si en el presente mes el Sr. Ministro firmara una resolución en la que dispone que a partir del 1 de junio de 2022 el peso mínimo de faena será de 320 kg vivo, el que aumentará en 20 kg. cada 6 meses hasta llegar a un peso mínimo de 400 kg, con nuestra faena promedio de 12 millones de cabezas anuales, en 2 años y medio habremos aumentado la producción de carne en 600.000 toneladas con el mismo stock ganadero que tenemos en la actualidad”, muestran.
Esas 600.000 toneladas equivalen al 20% de la producción de los últimos 20 años, y si se distribuye en la misma proporción actual entre consumo y exportación (75% y 25%), ese aumento de la producción aportaría 450.000 toneladas al consumo y 150.000 a la exportación, “de un modo simple que no requiere de recursos económicos por parte del Estado, ya que no se trata ni de un subsidio ni de una quita impositiva”, agregan.
“Este es el momento indicado para recuperar el peso de faena dado que las actuales condiciones macroeconómicas generaron la recuperación de las recrías largas para ingresar animales más pesados a los corrales. Es decir, la modificación de la norma publicada con 6 meses de anticipación permitiría a todos los actores de la cadena cumplirla, sin que se produzca desabastecimiento y al mismo tiempo le daría a los productores un horizonte de futuro para que sigan apostando por el aumento de la producción”, concluye la Cámara liderada por Miguel Schiariti.
Fuente: Agrofy.