*Datos proporcionados por el BCU*
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Muchos productores de carne de Estados Unidos, en la parte occidental del país, se ven obligados a enviar a faena ganado que no está terminado, debido a la sequía. Pero se destaca que en la medida que los países reducen las restricciones por el Covid-19, crece la demanda de carne vacuna.
Estados Unidos pronostica una producción récord de carne vacuna para este año, y se pronostica que las exportaciones fortalecerán su posición en el mercado mundial. Mientras tanto, se espera que la menor producción en Australia y la escasez de suministros exportables desde Argentina limiten la oferta.
Para 2021 se pronostica que las exportaciones de carne vacuna de Estados Unidos alcancen un récord de 1,5 millones de toneladas peso canal, 16% más en comparación con el año pasado y 8% por encima del máximo de 2018.
La demanda de Corea del Sur impulsa las exportaciones estadounidenses
Desde 2016 Corea del Sur ha sido el destino principal para la carne vacuna estadounidense. Las exportaciones aumentaron 26% en volumen y 30% en valor de enero a mayo de 2021 en comparación con el mismo período de 2020. Y ese mercado representa el 25%, tanto en volumen como en valor, de la carne bovina estadounidense en el extranjero.
Durante los primeros cinco meses del año, dado que la demanda sigue siendo fuerte, es muy probable que Corea del Sur continúe como uno de los principales destinos de Estados Unidos. En 2021 hubo un fortalecimiento de su moneda, el won, frente al dólar estadounidense. Además, se suma el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y Corea del Sur, que reduce los aranceles sobre los recortes musculares del 13% por ciento en 2021 a 0% en 2026.
Crecimiento en China
De enero a mayo de 2021 las exportaciones de carne vacuna estadounidense a China se multiplicaron por 13 frente al mismo período del año pasado.
La carne vacuna estadounidense se benefició del Acuerdo Económico y Comercial entre los Estados Unidos y la República Popular China (también conocido como Acuerdo de Fase Uno), que amplió el acceso al mercado de la carne vacuna estadounidense al eliminar varias barreras no arancelarias de larga data.
Hasta mayo de 2021 China se ubica como el tercer mercado más grande de Estados Unidos, por volumen y valor, superando a México y Canadá, que históricamente han sido sus principales mercados.
Sin embargo, a pesar del sólido crecimiento, la carne vacuna estadounidense representa una pequeña parte de las importaciones de China.
En 2019, el año anterior a la entrada en vigor del Acuerdo de la Fase Uno, la carne vacuna estadounidense representó alrededor del 1% de las importaciones de China, tanto en volumen como en valor.
Hasta mayo de 2021 la carne vacuna de Estados Unidos ha aumentado a una participación cercana al 4% en volumen y al 7%, ubicándose muy por debajo de su potencial total, debido a las barreras de acceso al mercado que aún existen, como la prohibición del promotor de crecimiento Ractopamina.
Fuente: USDA Foreign Agricultural Service.
Foto: U.S. Meat Export Federation
¿Cómo viene el nivel de actividad del año 2021?
Viene mejor que el 2020, obviamente, porque aquel fue un año muy especial. En términos de faena, ya desde las primeras semanas se notó una actividad bastante importante, que de alguna forma se parecía a la de 2019. Acabamos de tener una semana con faena récord, de casi 58.000 animales, y ya superamos 1 millón de cabezas a esta fecha, que es algo más de 28% respecto al año pasado. Cabe recordar que el año pasado fue muy especial, que tuvo una caída muy importante al principio y que se aceleró al final, y apenas superó los 2 millones. Esta faena tiene una característica en la recuperación de novillos adultos, que habían caído en 2019 respecto a 2018, y que volvieron a bajar mucho en 2020 respecto a 2019. Ya tenemos 515.000 novillos faenados a esta fecha, lo que es bastante más 2020 y 2019.
¿Y qué pasa con respecto al promedio de los últimos años, para no compararlo con 2019 y 2020 que fueron años muy especiales?
Nos empezamos a acercar al promedio de los últimos años, aunque estamos todavía por debajo, porque habíamos tenido faenas de 2,25 millones, 2,3 millones y 2,35 millones. Eran elevadas comparadas con las faenas de la década. Pero estamos con 515.000 novillos, llegando al 49% de la categoría. El año pasado los novillos estuvieron en 45% o 46%, este año empieza a ser importante.
¿Qué proyecciones tiene para la faena de 2021?
No tenemos proyecciones cerradas, y no las hacemos públicas, porque en general las proyecciones son para no acertar. Pasan cosas, como en los últimos tres años, cuando nadie acertó. O estuvieron por debajo o por encima. Pero haciendo una mirada más estructural, en este momento, con un año móvil cerrado a mayo, la faena es de 2,23 millones de cabezas. Está en el promedio de los últimos años. Obviamente tendremos una recuperación importante respecto al 2020, hay condiciones de oferta, animales para faenar, y sobre todo de demanda, que pueden validar una faena que llegue a 2,3 millones o incluso superior.
¿Cómo observa la demanda de carne desde el exterior?
El año pasado tuvimos una caída fuerte de China, que ahora se recuperó y volvió a los niveles anteriores, que ya eran altos. China está cerca del 60% del volumen de colocación de carne bovina, son los mismos volúmenes que vimos hasta 2019, que fue el año de crecimiento en términos de participación. Por otra parte, el Índice Medio de Exportación (IME) está en valores relevantes, con un aumento en las últimas semanas. El IME promedio de todas las carnes colocadas en lo que va del año está en US$ 3.910, superior al de años anteriores y al que había a esta altura del año pasado. Es decir que, en los primeros cinco meses de 2020, se vendió en promedio al mismo valor que este año. Con la diferencia que en 2020 venía en descenso, y este año trepó, llegando a US$ 4.400 en las últimas semanas.
Y por volúmenes superiores de carne exportada
Sí, por supuesto. Hay una recuperación importante, que en el caso de la carne bovina supera las 150.000 toneladas peso embarque, que es un crecimiento muy importante en volumen peso canal, que representa 20% más que el año pasado. Y la carne bovina representa más del 80% del negocio de exportación de la carne.
¿Preocupa la alta dependencia de China?
Cuanto más mercados se tienen, siempre está la ventaja de tener diversificados los riesgos y la colocación. De todas maneras, quiebro una lanza por los exportadores, porque acá el único objetivo que hay es valorizar cada kilo que se coloca en un barco. Hoy donde se valora más es con esta estructura de mercados. Afortunadamente Uruguay tiene una estructura de mercados importante, que año a año ha ido deteriorándose en relación a los competidores, porque van ganando posibilidades de acceso mejores. No me preocupa tanto (la alta participación en el mercado chino), porque es la ecuación de colocación que más le conviene a los exportadores. La gran ventaja de China es que permite valorizar todos los cortes de menor valor, y ese es el punto clave. En el desarme de un animal obtienes tanta cantidad de productos, donde hay algunos muy caros pero que representan un porcentaje muy bajo de todo el negocio. Esos cortes, como los bifes, lomos o cuadriles, se venden muy bien, pero hay que valorizar todo, y China valoriza todo. Creo que la ecuación de los exportadores hoy cierra mejor con una colocación muy elevada en China, por la combinación de la aceptación de una lista de productos muy importante, por la inexistencia de cupos para acceder y por un arancel que es promedio (entre 10% y 11%). Así que todo lo que se le pueda vender se le va a vender.
¿China está siendo también una alternativa para la carne terminada a granos?
En Uruguay el corral tiene muchos años de experiencia, pero su primer crecimiento se da en febrero de 2012, con el embarque de la cuota 620, que luego se transformó en la cuota 481. INAC no publica información de corral, aunque la monitorea. La faena de animales que llegan a frigorífico desde Dicose con corral habilitado superan las 100.000 cabezas a esta altura del año, son más que en igual período del año pasado, y representan el 13% del total de animales faenados. El año pasado estuvieron un poquito por arriba en proporción pero no en números. Este año se viene batiendo récord de faena de corral, y esto se da con una disminución del mercado que impulsó este sistema de producción, que es la cuota 481. Pero la cuota empieza a descender por el reclamo de Estados Unidos, que se ha ido achicando en los últimos dos ejercicios. Ahora estamos en una ventana de unas 5.500 toneladas, que Uruguay la ha seguido aprovechando, pero la producción a corral ahora tiene otros destinos, y en China ha encontrado una colocación importante. No tenemos cuantificados esos datos en INAC, porque los registros no nos permiten diferenciarlos, pero hemos escuchado a exportadores que hay una corriente comercial interesante. Y este mercado tiene otra ventaja, y es que permite estar por fuera de las exigencias tan estrictas de la cuota 481, en términos de días de encierro y demás.
Este año no hubo problemas para completar la cuota Hilton
No. Este año se usó de forma completa, ya estamos casi en el 100%, siempre queda un pequeño 1%, pero se usó completamente. Se revirtió la situación del año pasado, cuando a esta altura nos quedamos con un 30% de cupo sin usar. Además, en enero de este año hubo una división de ese cupo, se entregó una parte al Reino Unido, y esas toneladas también se usaron en su totalidad.
¿Cómo viene la demanda de Estados Unidos?
Bien, aunque a esta altura del año pasado Estados Unidos representaba más. Todo ocurrió a partir del cierre de Europa, y no se pudo usar el cupo Hilton. A su vez, China tenía restricciones, y la colocación en el Nafta superó ampliamente el cupo habilitado de 20.000 toneladas, determinó que a esta altura estuviéramos en el 25% del volumen de exportaciones. Uno de cada cuatro kilos equivalente peso canal iba a Estados Unidos. Este año está en 19%, se achicó un poco, es más similar al 17% o 18% de años anteriores. El valor que está un poco arriba del año pasado, algo por encima del promedio. Estados Unidos siempre ha estado en el promedio, porque lleva recortes y cortes de menos valor, en combinación con algunos cortes de alto valor, pero muestra un crecimiento de precio de US$ 70 u US$ 80 por tonelada equivalente peso canal, superando los US$ 4.000 por tonelada, lo que quiere decir que hay una demanda que se está atendiendo allí también.
¿Qué ocurre con los destinos kosher?
Allí tenemos monitoreado el mercado de Israel, donde hubo una recuperación de los volúmenes y una recuperación muy importante de los precios. Hubo un esfuerzo importante para habilitar la entrada de cuadrillas al país. Pero en estas últimas semanas ya no se está colocando carne en Israel. De todos modos, hubo una valorización importante, y se recuperó como mercado, después de una disminución en su participación en los años anteriores.
¿Cómo observa el cierre de exportaciones por parte de Argentina?
Es un tema que afecta a toda la cadena. Uruguay en este momento se ubica en una situación privilegiada, porque tiene oferta y posibilidades de faena en una industria con un nivel de actividad fuerte. Por otro lado está la demanda de los mercados. No recuerdo que se alinearan los principales competidores de Uruguay con dificultades de colocación, tanto en China como en Estados Unidos. Uno de estos casos es el de Argentina, que no haría otra cosa que permitir aprovechar alguna ventana de oportunidad. De todas maneras, esto no es bueno para el mercado, porque en el fondo termina siendo una irregularidad. Cuanto más estable y previsible sea el mercado, le da señales más claras a todos los actores del sector. De todos modos, hay varios mercados a los que Argentina sigue exportando, como a Estados Unidos y la Unión Europea. Puede haber un efecto un poco más importante en China, pero las validaciones de precios también tienen un límite, y varios actores han señalado que ese crecimiento que últimamente se ha observado parecería que no va a continuar. Así que no es bueno tener una distorsión tan grande, que pone en alerta a todos los actores del mercado, y en definitiva termina generando una distorsión donde hay ganadores ni perdedores, e incluso puede complicar alguna cosa.
¿Cómo ven la actividad de la carne ovina en este año?
Hubo un cambio muy importante, y es el crecimiento de la actividad. Este año arrancó con mucha fuerza. No es una faena alta comparada con la historia, pero en la historia hubo stocks mucho más altos. Esta faena alta se da con un cambio fuerte de mercados, lo que se hizo fundamentalmente fue redireccionar la oferta hacia China. Y la situación particular es que se está faenando prácticamente la misma cantidad de corderos que de ovejas en lo que va del año. Varios actores están preocupados por la faena de ovejas, porque puede estar determinando una liquidación de stock. Pero creo que para eso hay que esperar un poco y llegar a números que se deberían mantener en el tiempo, porque con esta faena de ovejas debería dar para reponerse con una estructura de corderas razonable. De todas maneras, es una oportunidad de mercado que el sector puede aprovechar. Cuando hay una extracción tan alta y los modelos de coeficientes no se han movido, hay que estar alerta porque vamos a estar frente a una extracción que le puede cobrar cuentas al stock. Hay que recordar que China nos compra ovinos desde mucho antes que carne vacuna, algo ya le vendíamos, pero ahora la demanda se disparó y ha sido un negocio relevante de colocación. Estamos con más del doble de la faena del año pasado, cerca de 530.000 animales faenados a esta fecha. Veníamos de cuatro años de fanera menos de 1 millón de animales, el año pasado superamos apenas 1 millón, y fue noticia. Con lo que va faenado, sumado a la faena zafral de fin de año, podemos tener una faena relevante de ovinos este año, con algún punto de extracción alto; pero no descartaría que pueda afectar el stock.
Foto: INAC.