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“El mercado ha liderado el cambio tecnológico de la ganadería”

Entrevista con el Dr. Santiago Bordaberry, médico veterinario, productor, cabañero, asesor, experto en cría. 

 

¿Cómo analiza el actual momento de la ganadería en Uruguay?

Estamos en un momento para analizar con mucho detenimiento. La apariencia de la situación en general hace pensar que estamos en un momento excepcional, pero creo que estamos en un momento de cambio importante

Pero esto no quiere decir que en algunos puntos del negocio no estemos caminando por algunas situaciones delicadas o riesgosas. Hay una situación de precios buenos, que se han mantenido en el tiempo, que no hemos visto en el pasado, así como el posicionamiento de la carne uruguaya en el mundo y la faena tan alta que hemos tenido. 

Sin embargo, existe un riesgo latente, que tiene que ver con los costos, sobre todo en el caso de la invernada. Por lo tanto, creo que el negocio en su conjunto está en un momento de cierto riesgo, porque todo depende de la colocación de la carne en el exterior y de una cantidad de factores que, debido a la gran volatilidad que hay en el mundo, no deja de imprimir un cierto sesgo de temor, riesgo o inquietud al momento de analizar el negocio.

¿Qué se necesita para darle mayor estabilidad al negocio?

Es verdad que estamos en un momento excepcional de valores, pero muy dependiente de la colocación de la carne. Por eso es que el sector en su conjunto empuja a la intención del gobierno de tratar de buscar todos los mercados posibles, tratar de hacer todos los tratados comerciales posibles para bajar aranceles y asegurar mercados, tratando de bajar los costos, incluidos los costos arancelarios que tiene el país.

No podemos decir que estamos en una mala situación. La situación es buena, los números del negocio son atractivos, pero no deja de haber cierto temor de depender de un mercado que también está muy volátil, porque el mundo actual es volátil. 

Y desde el punto de vista de la productividad, ¿cómo ve a la ganadería?

Es un año especial, que no ha tenido un invierno demasiado duro, pero que se ha extendido, y después de un buen año en índice de preñez, tenemos un desafío muy grande que es el de volver a preñar esos ganados paridos. 

Los ganados están en muy buenas condiciones, pero dependemos bastante de la segunda etapa para lograr un buen índice de preñez. Y esto tiene que ver con la condición corporal de las vacas en invierno, cómo es su caída, cómo es su recuperación en la primavera, cómo es el balance nutricional en la lactación y la posibilidad de manejar el amamantamiento. 

Desde el punto de vista de la cría, en un año desafiante, nos enfrentamos a la dependencia de una primavera relativamente buena, que no es lo que se anuncia. 

¿Y cómo observa al sector invernador?

Las pasturas implantadas no han rendido como deberían. Demoraron mucho las terminaciones de las invernadas, los negocios se han ido trancando porque no hay demasiada oferta. Los verdeos han fallado, a juzgar por los técnicos en pasturas, porque ha sido un invierno de muy poca luminosidad. 

Este fue un invierno con récord de días nublados, con costos de fertilizantes, urea y demás que son muy altos. Todo eso hizo que la gente observe con mucho cuidado estas inversiones. 

Por esto, desde el punto de vista de la invernada no ha sido un año de lo más productivo. Es un año más o menos bueno para la cría y regular para la invernada. 

¿Qué reflexión hace de los datos preliminares de Dicose?

Vemos un cambio muy importante en la estructura general del rodeo ganadero, con una tendencia a la modernización del stock, que nos confirma que el Uruguay está en un momento muy importante de cambios en su ganadería. Van quedando en el campo prácticamente solo las vacas de cría, la reposición de esas vacas y los toros. 

Después no hay categorías de animales improductivas en el campo, hay una mayor dinámica en la reposición, hay una mayor cantidad de kilos de terneros producidos por hectárea, calculados sobre las hectáreas útiles dedicadas a la cría, y esa es una buena noticia. 

Esa modificación de la estructura, del stock de la ganadería es un indicio de que el cambio es importante. 

¿Qué factor fue el que impulsó este cambio? ¿Tiene que ver con los precios, con el recambio generacional, con una mejor transferencia o algún otro elemento?

Todo esto es movilizado por el mercado. Pero también sería injusto no reconocer la cantidad de técnicos jóvenes que hoy hay en el campo. Lo vemos día a día, y han contribuido mucho a estos cambios, con la introducción de conocimientos nuevos, más dinámica, el cierto grado de riesgo que suele tomar la juventud normalmente. 

También hubo empresarios que entraron al sector, así como inversores extranjeros, que vienen con otra capacidad para tomar riesgo, pero además con experiencia empresarial; son sectores que han contribuido con todo esto.

Pero también es verdad que hay muchos productores que antes no tomaban estas decisiones, no porque fueran conservadores sino porque era la realidad de otros tiempos, cuando las cosas funcionaban de otra manera. 

Hoy los ganaderos están obligados a aumentar la productividad por el costo de la tierra, por la competencia de otros rubros, que tienen mayor capacidad de inversión y mayor dinámica, como la agricultura y la forestación. Estos rubros obligaron a los ganaderos a subir la vara, y no mantener animales improductivos en una hectárea, porque cuesta mucho. 

Pero el principal factor dinamizador tiene que ver con los valores. El nuevo mercado del novillito para corral de engorde y para exportación, produjo un cambio muy importante en la estructura de los rodeos. Antes eran más ciclos completos, después ciclos incompletos, con la producción de novillitos con esa finalidad.

Además, todo esto obligó mucho a mejorar la calidad de la recría, porque al mismo tiempo esa demanda exige que esos novillos sean buenos. Por lo tanto, creo que lo que más ha dinamizado todo esto ha sido el mercado. 

¿Observa mayor adopción de tecnología en la cría?

Sí, hay muchísima más aplicación de técnicas para la mejora de la cría. Elevar los índices de destete, los kilos de ternero destetado por hectárea, tienen un componente genético y un componente nutricional.  

En genética Uruguay hace muchísimos años que viene avanzando, y tenía un debe en la parte de nutrición, en el manejo de la alimentación y en el manejo de los rodeos de cría.

Se ha investigado muchísimo en materia de manejo de los ganados de cría, y hay una transferencia importante de todo ese conocimiento a la gente. Recordemos algunas técnicas que hace 20 o 25 años eran una novedad, desde hace un tiempo son de uso corriente en los rodeos, y hay productores que las han adoptado naturalmente. 

Esta es una evolución general, tironeada por el mercado, que tomó una oferta de técnicas de manejo para mejorar. Esto se hizo, en parte, por una generación de técnicos nuevos y de productores más inquietos. Y al mismo tiempo, con el aporte de la extensión, que ha ido mejorando. Pero, sin dudas, este es un cambio liderado por el mercado. 

Se ve mejorar el manejo de las pasturas, en líneas generales, y la genética ganadera es más valorada. Antes estaba reservada a algunos productores. Hoy en día la gente sabe que tiene que tener buen ganado, y que la respuesta a lo bueno es básica. 

En un momento de recursos caros, la respuesta de animales genéticamente superiores favorece el aprovechamiento de esos recursos. 

¿Qué se puede esperar para esta zafra de toros?

Soy un pésimo calculador de zafras, pero daría la impresión de que hay una necesidad importante de toros. Hay una dependencia mayor de la cría, hay una conciencia mayor de la importancia de los toros en el rodeo, de la importancia de revisar los toros, de sacar los toros de refugo, de tener los toros en condiciones, que sean relativamente nuevos.

Además hay valores suficientes (por el ganado) como para poder comprar toros. Si calculamos los precios de los toros basados en las relaciones de precios históricas, los toros deberían de valer una fortuna y no lo valen. 

Pero creo que se van a colocar, y probablemente a buenos valores. El precio lo decidirá la gente en el momento. También influye la primavera, psicológicamente incluso. 

Da la impresión de que hay interés por los toros, ya hay preguntas, se han ido colocando algunos toros anticipadamente, y esos son indicios de que la zafra debería de andar bien.

Y considerando los altos precios que hubo por el ganado gordo y los altos costos de alimentación, ¿cómo se posiciona el negocio de la cabaña?

En líneas generales, la cabaña es un negocio bastante irracional. Si uno aplica todos los recursos que destina a la cabaña a una producción de novillos o de cría, no tengo dudas que dejaría la cabaña. 

Pero la cabaña tiene un componente distinto, es una vocación, además uno queda atado a eso, porque tiene el plantel hace muchos años, en muchos casos pertenecía a los padres o abuelos, entonces uno la conserva. 

Es verdad que es muy costoso y que los otros son mejores negocios. La cabaña tiene costos tan altos que muchas veces la forma de preparar e incluso de comercializar resulta dudosa y difícil. Pero como decía el inolvidable Alberto “Toto” Gramont: “en mi boliche el negocio funciona”.

El que se provee de toros para sí mismo y además vende, está en una situación diferente al que tiene un negocio que sea exclusivamente de vender toros. Primero porque tiene un riesgo grande de embocar una zafra que no sea buena, y segundo que el costo de poner toros en una pista de remates es muy alto, tanto en preparación como en costos de comercialización. 

También depende mucho del volumen de toros que se venda, que se puedan diluir costos. En la medida que se puedan mantener bajos los costos de preparación de los toros es un buen negocio, pero es algo muy fácil pasarse del límite en esos costos y se puede empatar con un negocio de invernada común. 

¿Cómo proyecta el futuro de la ganadería en Uruguay?

Creo que la ganadería uruguaya seguirá caminando, incluso con rubros diferentes. Hay un creciente interés en mantener la invernada con el rumbo que tiene, con más corrales de engorde, un sistema de terminación rápida que dinamizará aún más a la ganadería. 

Pero también veo un interés particular en el campo natural, de una invernada a pasturas, con la participación de empresas extranjeras instalándose en Uruguay, aprovechando ese privilegio que tenemos en el país, de poder engordar ganado a cielo abierto, en campo natural, con mejoramientos. 

Veo un efecto de los bonos de carbono sobre la cría en general, por la forma en que producimos en Uruguay. 

Así que veo una ganadería que se va a dinamizar en todo sentido, tanto por una intensificación de la producción, con los corrales; y por el interés que tiene el mundo en sistemas pastoriles como los de Uruguay, que lo hacen especialmente atractivo. Eso también va a aportar un extra que nos va a permitir seguir produciendo con buenos márgenes.

“La genética es un componente muy fuerte para la dinamización de la ganadería”

Entrevista con Fernando Alfonso, presidente de la Sociedad Criadores de Hereford del Uruguay (SCHU), quien analizó el rol de la genética en el presente y el futuro de la producción de carne.

 

¿Cómo analiza el negocio ganadero al cierre del último ejercicio?

El negocio tiene muchas puntas para analizar. Si nos centramos en los datos de Dicose, vemos una dinamización de la ganadería en relación a los últimos años. Se ve un stock rejuvenecido. Las vaquillonas están entrando a inseminación o a entore algunos meses antes y sobre todo la edad de faena de los novillos se ha rejuvenecido bastante. 

Así que eso es una buena noticia para el país, porque hay una dinamización en el sector, que no tenía antes.

El clima siempre es un factor muy determinante. Hubo un descenso grande de la oferta en junio y julio, como es normal todos los años, estuvo frío y seco el invierno, lo que hizo que se ajuste la oferta. Mucha gente sacó los ganados en otoño, aprovechando los buenos precios, y por lo tanto hoy se ve un ajuste lógico de la oferta, lo que hizo que muchas plantas de faena paren, esperando la primavera para retomar el ritmo con el que venían. 

¿Ve una mayor inversión en los establecimientos?

Sin dudas, el productor reinvierte en el campo cuando se le dan las condiciones de precios, y sobre todo estabilidad, porque hace un par de años que estamos con precios superiores al promedio histórico. 

El productor reinvierte en pasturas, varias empresas de ese rubro están creciendo, también cambia la maquinaria. Es típico que el productor uruguayo reinvierta en el campo cuando tiene las condiciones necesarias para producir, y sobre todo estabilidad en el negocio. 

 

“Hay una dinamización en el sector, que no tenía antes”

 

¿También nota un avance en la genética del ganado?

Sí. Se viene trabajando fuerte desde hace mucho tiempo y se nota. Parte de que se pueda acortar la edad de faena y sobre todo en la edad de entore de las hembras, tiene que ver con un componente genético en el que se está trabajando bien. 

Por supuesto que solo con la genética no alcanza, tiene que ir acompañada de sanidad, de nutrición y manejo. Pero evidentemente la genética es un componente muy fuerte para que los ganados estén rindiendo y trabajando de la forma que lo están haciendo en los campos, ayudando a esta dinamización de la ganadería.

¿Cuál es el aporte de la genética Hereford a la producción de carne de Uruguay?

La raza Hereford ha sido históricamente una de las más importantes de Uruguay, ayudando a que se abra la mayoría de los mercados que tenemos hoy. Evidentemente es la base de nuestro sistema ganadero y de nuestra producción de carne. 

La vaca Hereford es súper fértil, en las condiciones de Uruguay se preña sin ningún tipo de problema, aún con la restricción de forraje que hay a partir de otoño y que se empieza a levantar recién en primavera. Por lo tanto, la producción de esa vaca la tenemos cubierta, con esa fertilidad. 

Y la raza es muy buena a partir de la recría y terminación del animal. Es una raza capaz de producir, en nuestras condiciones, carcasas súper pesadas, que es lo que demanda cada vez más la industria.

Por lo tanto, tenemos la producción de esos cortes pesados que demanda la industria, y que son cada vez más pedidos por el mercado.

 

“Parte de que se pueda acortar la edad de faena y sobre todo en la edad de entore de las hembras, tiene que ver con un componente genético”

 

¿Qué importancia tienen los datos objetivos?

Son muy importantes. Se trabaja en el fenotipo de los animales, en cómo trabaja la vaca en el campo, el novillo en la recría y la terminación, pero la base es el trabajo genético de las cabañas y criadores que utilizan los datos objetivos que son proporcionados en conjunto por la SCHU y el INIA.

En ese sentido desarrollamos los DEP (Diferencia Esperada en la Progenie), que es una herramienta muy potente para la producción; hemos desarrollado los índices económicos, que son un resumen de los DEP pero que marcan la incidencia económica de un reproductor en un predio; y últimamente se avanzó bastante en los datos de eficiencia de conversión y emisión de gases de efecto invernadero. 

Este es un tema que sabíamos que venía, que lo piden los mercados. El trabajo de la genética siempre tiene que estar enfocado en lo que pide el mercado, ya sea el que compra terneros, el que compra novillos o el consumidor final de la carne. 

La SCHU ha sido muy innovadora y muy pujante, para tener esos datos objetivos en Uruguay. Un reproductor Hereford de Uruguay es comparable con uno de Estados Unidos, Argentina o Canadá, porque integramos la misma evaluación genética. Esto es algo muy potente, que no existe en otras partes del mundo.

¿Cree que todas estas demandas del mercado significan una oportunidad para la carne uruguaya?

No tengo ninguna duda. Tenemos ciertas ventajas comparativas respecto a otros mercados, como la producción a cielo abierto, el no uso de hormonas, la trazabilidad, tenemos la genética, la cultura ganadera. 

Tenemos varias cosas que juegan a favor de nuestra ganadería hacia el futuro, que son ventajas comparativas que nos diferencian de los competidores.

 

“El trabajo de la genética siempre tiene que estar enfocado en lo que pide el mercado”

 

¿Cómo será la participación de la raza en la Expo Prado?

La SCHU viene con mucho trabajo. La directiva y el staff le está poniendo mucho empeño a todo, en especial al marketing y exposición de la raza.  

La exposición del Prado es la más importante y vamos a acompañar a todos los criadores que estén exponiendo sus animales allí. 

Tenemos la preinscripción más alta de los últimos cinco o seis años, con 184 animales, y hay varias actividades planificadas. Vamos a lanzar en el Prado todos los remates de toros auspiciados por la SCHU; tendremos dos días de jura, uno de hembras y otro de machos; el remate el viernes; y esa misma semana, el domingo 18, iniciaremos la zafra de toros con el remate de Kiyú.

¿Qué expectativas tiene para la zafra de toros?

En consonancia con lo que han sido estos últimos dos años del mercado ganadero. Creo que se van a precisar toros. 

El toro que sale ahora a venta, con datos objetivos, con programas genéticos que trabajan hace muchos años, cuenta con paquetes tecnológicos que el productor no puede darse el lujo de no utilizar. En otras actividades ni se duda en utilizar genética para potenciar la producción, y en ganadería debería ser lo mismo

Todos estos toros son herramientas que el productor necesita para llevar su empresa ganadera hacia adelante y obtener mejor renta.

 

“En otras actividades ni se duda en utilizar genética para potenciar la producción, en ganadería debería ser lo mismo”

 

¿Qué piensa de los cruzamientos?

La raza Hereford es una excelente raza pura, pero también funciona espectacularmente en los cruzamientos. Lo vimos en la gira de este año, con la visita a Estancia Gaucho. 

Esto no nos sorprendió, porque la ciencia ya ha demostrado las virtudes de los cruzamientos. El vigor híbrido es algo que los países competidores en la producción de carne lo utilizan muy bien. 

También es verdad que hay que saber utilizarlo, porque es un proceso que se tiene que llevar de forma ordenada, pero es un valor agregado. En Estancia Gaucho vimos un 14% más de peso al destete y un 5% más de fertilidad de la hembra.

“La carne que vende Uruguay hoy no tiene nada que ver con la que vendía hace 10 o 15 años”

Entrevista con el Ing. Agr. Lucas Gremminger, productor y administrador de establecimientos agropecuarios en Uruguay y Argentina.

¿Cómo vio el año 2021 para el negocio ganadero?

Muy bien, con una demanda firme, permanente, que se fue afirmando a lo largo del año. Hace mucho que tenemos señales de que la carne es un producto que está demandado en el mundo. Y el protagonismo de China en el mercado internacional por el lado de la demanda, y la salida de Argentina y Brasil desde la oferta, nos dieron una mano. 

Estoy convencido de que Uruguay tiene un diferencial en el mercado internacional de la carne. Lo que vende Uruguay hoy no tiene nada que ver con lo que vendía hace 10 o 15 años, por la edad de faena, la terminación, por un componente importante de la raza Angus. Es otro producto el que hoy está ofreciendo Uruguay. 

El novillo de exportación que se hace en el norte de Argentina, de cruzas cebuinas, no tienen nada que ver con lo que hacemos nosotros. Es un novillo de 3, 4 o más años, con recrías muy largas, que a veces se termina en un corral y otras veces a campo. 

Esto no es desconocer las virtudes de la carne argentina, que es excelente, pero hay mucha carne que va a exportación y que tiene ese origen. 

De todos modos, la marca Argentina sigue teniendo un gran prestigio en el mercado internacional de la carne.

Sí, pero creo que a fuerza de la calidad de lo que estamos haciendo en Uruguay, en el mundo nos deben de estar mirando distinto. Además, en volúmenes de exportación creo que este año volvimos a superar a Argentina. Así que la oferta de Uruguay también pesa en el mercado mundial de la carne.

¿Qué otros aspectos cree que han evolucionado en la cadena cárnica uruguaya en estos años?

Hace muchos años que venimos dando pasos para llegar a esto. Hace unos días recordábamos con Diego Oribe (presidente de la Sociedad de Criadores de Angus del Uruguay) el primer concurso de novillos para la cuota de la Unión Europea, que posteriormente fue la cuota 481, y eso fue hace 10 años. 

Y al mirar las fotos de aquellas carcasas, estoy seguro que las que hacemos hoy en día son mucho mejores. Aprendimos a recriar mejor, aprendimos a alimentar los animales con granos y todavía nos quedan muchas etapas. 

La genética todavía no es un componente que se considere fundamental. Si bien la genética en Uruguay es buena, recién ahora se está hablando del marbling o marmoreo, y eso está pasando porque estamos apostando a otros mercados donde esos aspectos empiezan a tener importancia. 

El marbling es una característica muy importante, y Uruguay nunca la trabajó porque el productor no tuvo un incentivo para mejorar ese aspecto.

Sin embargo, en estos últimos años hemos escuchado todo tipo de experiencias para tratar de obtener marbling. Se habla de distintos tipos de recría, de días de encierro, pero el factor genético me parece que la gente todavía no lo tiene bien claro, y ese es un terreno donde también podemos crecer. 

Si tenemos que hacer una carne con mejor marmoreo, tendremos que darle más importancia a esa característica, que además tiene muy buena heredabilidad. 

¿La industria está pagando esa característica o todavía no?

Todavía no. Avanzamos mucho más rápido en la calidad de producto que en el sistema de tipificación, por ejemplo. Estamos con un sistema de tipificación que es relativamente viejo para lo que hoy estamos buscando, y además está teniendo bastantes problemas de ajuste.

¿El 2021 fue el mejor año para el negocio del corral?

Sí, estuvo muy bien. La seca ayuda mucho al corral. Tal vez aumentamos cerca de 10% la eficiencia de conversión al no tener barro. 

Pero anduvo muy bien porque los valores de venta fueron muy buenos, la relación flaco-gordo está en niveles históricamente bajos. Es posible que una vez que pasemos esta seca el mercado de reposición se vuelva a dinamizar y volvamos a niveles más equilibrados.

¿Y cómo ve el papel de la exportación de ganado en pie en estos años?

Es bueno, pero como productor de carne de Uruguay sería mejor que actúe lo mínimo posible, para que la mayor cantidad de valor se pueda agregar acá. 

De todos modos es una puerta comercial muy buena. La venta de hembras para cría es un reconocimiento a la genética uruguaya. Ahí creo que vendemos un valor agregado, porque una cosa es vender terneros enteros y otra es exportar una vaquilloncita preñada o entorada, que va a ser madre en otro lugar.

¿Cómo vienen los entores e inseminaciones en Curupy del Salvador?

Estamos con la carga ajustada, por lo que se preveía que iba a pasar este verano. Pero venimos casi como en un año normal. Hubo celo, estamos probando los protocolos nuevos de tiempo fijo, los ganados vienen bastante bien, a pesar de la seca. 

Esperamos preñeces bastante normales, en los últimos años estuvimos alrededor del 85%, sin hacer destete precoz. 

Son buenos campos, los montes andan bien para la cría, y además nuestro rodeo también tiene varios años de adaptación a este tipo de condiciones. Eso ayuda mucho. Hermanar el tipo de ganado con el tipo de campo es importante.

¿Y para el corral que tienen previsto este año?

Tenemos acuerdo con una industria, y vamos viendo la disponibilidad de granos y las expectativas del año, así decidimos si adelantamos o postergamos los ciclos. Terminamos solo ganado propio, novillos y vaquillonas. 

¿Qué volumen de ganado producen en el corral al año?

Alrededor de 1.000 cabezas, y tenemos tendencia a producir en el último ciclo, el que empieza en agosto, que en general es el que anda mejor.

¿Qué capacidad instantánea tiene el corral?

Para 750 cabezas. Estamos sobrados de capacidad en el corral. Es una herramienta importante para el resto del sistema, acá los campos son bajos, inundables, y tenemos que compatibilizar todo, la agricultura, la ganadería y tratar de buscar el justo equilibrio. 

¿Los granos que usan en el corral son propios del establecimiento también?

A veces tenemos que comprar, pero en general se produce acá.

Usted también administra un establecimiento en Corrientes, Argentina, ¿cómo viene la actividad allí?

Muy complicado, por las restricciones del covid para ir. Hasta en eso Argentina es menos predecible que Uruguay. Ahora que se volvió a complicar la situación sanitaria se vuelve a escuchar todo tipo de historia; no tenés la libertad de movimiento que hay acá.

Además está la seca, las medidas del gobierno, las diferencias entre el cambio oficial y el blue.

¿Y cómo son los números del negocio ganadero en Argentina?

Muy complicados, en este momento es mejor el negocio en Uruguay, claramente.

Volviendo al ámbito local, ¿cuáles son sus expectativas para 2022?

Son buenas. Tengo esperanzas de que por un par de años tengamos un mercado demandante. 

La entrada a China con cortes de calidad también es importante, porque se trata de un mercado de un tamaño impresionante. La cuota 481 se redujo bastante, estamos en menos de la mitad. 

El escenario es bueno, hay que seguir trabajando en el mejoramiento genético, en avanzar en los sistemas de recría. Es un muy buen momento.

¿Y al aspecto sanitario cómo lo ve?

Hay deberes para hacer. Tenemos que modernizarnos de una vez por todas. Hay temas como la garrapata o la brucelosis en los que deberíamos estar más avanzados para solucionarlos. Internamente tenemos que hacer un esfuerzo grande, para caminar. 

Además tenemos que pensar en todo lo que se viene, en certificaciones de bienestar animal, en el uso responsable de productos antiparasitarios. Si no hacemos un manejo racional es muy difícil que después podamos lograr una certificación. 

Tenemos que hacer un mejor manejo, para bajar la cantidad de productos que usamos. Estamos todos llamados a poner el hombro: productores, el Ministerio de Ganadería, los profesionales. Hay que remangarse en ese terreno. 

“Imagino que la ganadería del futuro será más intensiva y los productores serán mucho más profesionales”

Entrevista con Carlos Ojea, reconocido criador argentino de Angus y asesor en genética y producción ganadera de más de 20 empresas. Contenido exclusivo para socios y suscriptores.

 

Carlos Ojea es criador de la raza Aberdeen Angus, principal de la cabaña La Juanita, ubicada en Roque Pérez, provincia de Buenos Aires, Argentina. Es asesor de más de 20 empresas ganaderas, incluyendo cabañas de varias razas. Una de esas empresas envía a faena 18.000 novillos por año. 

En Uruguay Ojea es asesor de cabaña La Milagrosa, criadora de la raza Angus en el departamento de San José, que este año se coronó con la Gran Campeona en la Expo Prado.

Ojea también es jurado internacional de cinco razas bovinas: Angus, Brangus, Braford, Hereford, Brahman y Limousin. 

Tiene una amplia trayectoria y gran reconocimiento y admiración de los cabañeros en toda la región. Varias de las principales cabañas de Argentina le confían sus mejores reproductores para que los prepare y presente en la pista de Palermo.

Luego de haber realizado una gran cantidad de trámites y análisis médicos pudo estar presente en la Expo Prado 2021, donde se le realizó esta entrevista.

¿Qué impresión le dejó la Expo Prado 2021?

Me dejó una impresión muy linda, tuvo muy buen nivel. La genética Angus de Uruguay sigue avanzando en el camino correcto. Realmente vi animales muy bien presentados, de muy buena calidad, buena genética, muy bueno el trabajo del jurado, muy bien la organización. Toda la gente de la Sociedad de Criadores de Angus del Uruguay realizó un trabajo realmente impecable. Valió la pena el esfuerzo de todos los estudios, análisis y cuarentenas que tuvimos que hacer. Siempre es un lujo y un gusto estar en el Prado.

 

“La genética Angus de Uruguay sigue avanzando en el camino correcto”

 

¿Cómo se explica el éxito de La Milagrosa en tan pocos años criando Angus? ¡En apenas cinco años ya lleva tres grandes campeones!

Tuve la suerte de arrancar prácticamente de cero con La Milagrosa y realmente me quedé siempre impresionado con la familia Benenati. Carola, Juan, Pedro y Nahuel, y todos los que trabajan en el campo, el nivel de profesionalismo, el culto a los detalles es realmente muy bueno y, aparte, Juan es una persona con una visión muy clara de las cosas. 

Cuando hay que invertir en el ganado correcto invierte. Después tratamos de asignar los servicios correctamente. El proceso de recría de los animales me parece que está muy bien, entonces es como que se junta un montón de cosas que hace que los objetivos se logren. Es realmente increíble la calidad de los animales y los resultados desde que empezaron a competir. 

¿Está trabajando con alguna otra firma en Uruguay?

Ahora arrancamos un proyecto un poco más productivo en José Ignacio, con La Pasión, que es una cabaña Angus, pero va a ser un planteo un poco más productivo, con el objetivo de hacer carne pero con pedigrí, haciendo algunos embriones. Por ahora la idea de ellos no es competir sino más bien hacer Angus de calidad.

 

“La deuda que queda pendiente en toda Latinoamérica es la famosa tasa de extracción”

 

¿Cómo ve a la ganadería uruguaya?

Muy bien. Obviamente Uruguay es uno de los grandes animadores de la producción de carne mundial. En todas las razas veo un gran trabajo y también ayuda el gobierno, que nosotros lo miramos con un poquito de envidia, sobre todo el hecho de permitir las exportaciones de carne.

¿Cómo está la situación de la ganadería argentina?

La ganadería está muy bien. Genéticamente creo que estamos en un punto muy alto, compitiendo por suerte a primer nivel con los más grandes, y eso nos llena de mucha satisfacción. Nuestra carne es muy pedida, muy buscada. 

Ahora empezamos de vuelta con un poco de limitaciones para exportar. Espero que esto en breve se arregle, porque los incrementos de exportaciones en la Argentina venían en una curva ascendente, que fue impresionante, recuperando y ganando mercados. Ya habíamos superado incluso datos anteriores. 

Está claro que cuando los gobiernos liberan y dejan exportar, enseguida los mercados nos toman como primera opción, y eso realmente es gratificante y nos dan ganas de seguir. Esperemos que esta coyuntura se termine rápido y podamos de nuevo ser un jugador importante en la exportación de carne al mundo. 

 

“Uruguay es uno de los grandes animadores de la producción de carne mundial”

 

¿Qué consejos le daría a los criadores ahora que se viene la zafra de toros? ¿Cómo deben seleccionar un buen toro? ¿Qué deberían buscar considerando las características de la ganadería uruguaya?

Es muy simple. Los dos factores de selección más importantes que tiene la genética son la fertilidad y la longevidad. Y eso se elige con mucho cuidado. Hay que ver los aplomos, aparatos reproductivos, funcionalidad de movimientos, circunferencias escrotales. Y en las hembras es importante la calidad de ubre. 

Lo más importante es eso; primero que haya corrección y funcionalidad, y después empezar a mirar que los animales sean carniceros, que tengan buenos datos, buenas carcazas. 

Creo que la deuda que queda pendiente en toda Latinoamérica, no de un país en particular, es la famosa tasa de extracción. Tenemos todavía tasas de extracción por debajo del nivel mundial. El camino es trabajar sobre la fertilidad y la funcionalidad, sobre animales bien productivos, de buena adaptación a los ambientes.

 

“Los dos factores de selección más importantes que tiene la genética son la fertilidad y la longevidad”

 

¿Cómo se imagina la ganadería del futuro?

Me imagino que las generaciones nuevas estarán cada vez más en el campo, y que los campos se van a ir achicando, habrá más dueños con menos hectáreas, es lo que está pasando en el mundo. Estados Unidos es el principal productor de carne del mundo y creo que el 80% o 90% de los productores tienen menos de 200 vacas. 

Entonces, imagino una ganadería un poco más intensiva. Si bien se va corriendo por la agricultura, así y todo creo que va a ser cada vez más intensiva. Eso va a hacer que cada persona que se dedique a la ganadería, tenga que ser mucho más profesional

Hay que mirar cada vez más los datos de producción de un campo, la cantidad de producción por hectárea, los índices de fertilidad, los índices de destete, los índices de crecimiento después de la invernada, el nivel de la eficiencia en la conversión de kilos de alimento en carne. Todo lo que haga que la ganadería se convierta cada vez en algo más eficiente y rentable, porque creo que la familias ganaderas van a tener que vivir con menos vacas en el futuro, porque van a estar los campos más divididos, lo que es natural. El futuro va por ahí, por eso hay que apretar cada vez más la eficiencia.

 

“Me imagino que las generaciones nuevas estarán cada vez más en el campo, y que los campos se van a ir achicando, habrá más dueños con menos hectáreas, es lo que está pasando en el mundo”

 

¿Ve una mayor adopción tecnológica en la ganadería?

Se está ajustando todo el tema de datos y de genómica, que cada vez va a ser más preciso, sin ninguna duda. Lo que tienen que entender los criadores es que esto no es una carrera por datos, sino que cada criador tiene que ver qué mercado quiere abastecer, con qué ambiente cuenta en su campo y qué tipo de vaca tiene, y en base a eso jugar con la información para poder llegar al mejor producto final con sus vacas. 

Hay gente que se equivoca y cree que porque son más extremos los datos son mejores, y no es así. Por ahí no se precisa más crecimiento que el que tiene, por ahí no se necesita más leche que la que se tiene, por ahí no se necesita menos peso al nacer que el que ya tiene. 

Lo importante es ser profesional, saber hacia dónde se quiere ir, con qué armas uno cuenta. La genética es un poco el combustible y hay que saber cómo combinarlo. Ahí está el profesionalismo del que estamos hablando y que va a ser el futuro de la ganadería.

Taller de INIA marcó que la preñez promedio es de 76,4%

El dato es 1,5% superior al del año pasado; el promedio más alto se registró en Paysandú y el más bajo en Rocha.

 

La preñez promedio de los rodeos de cría en Uruguay se ubica en 76,4%, según se concluyó este martes en el marco del XIX Taller de evaluación de diagnósticos de gestación vacuna, del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA).

El número de vacas gestantes en relación a las ecografías realizadas, fue 1,5% superior al del año pasado, cuando se ubicó en 74,9%.

La Ing. Agr. Graciela Quintans, investigadora principal referente de INIA Treinta y Tres, quien lidera esta propuesta que reúne los diagnósticos de veterinarios referentes de distintas zonas del país, recordó que aquellos resultados de 2020 habían sido alentadores, ya que se había registrado una importante sequía, fundamentalmente en la zona Este.

Los resultados superiores a los esperados «demuestran que los productores están incorporando tecnología», destacó la investigadora principal de INIA.

Como se puede observar en el cuadro, los porcentajes de preñez más altos se registraron en Paysandú, Colonia y Florida, donde se superó el 80%. En el otro extremo se ubicaron Rocha y Treinta y Tres, en el orden del 71%.

Compartimos el video del taller:

 

Foto principal: LosAgronegocios.uy.

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