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Cotización 27 de julio de 2024 12:11 am | USD promedio 40.26 | EURO promedio 43.71 | ARG promedio 0.03 | Real promedio 7.32

“Estos datos de la faena no solo son sostenibles, sino que deberían ser el objetivo”

Entrevista con Ricardo Reilly, delegado de ARU en la junta directiva del INAC. Contenido exclusivo para socios y suscriptores de ACG.

 

 

¿Cómo evalúa el primer cuatrimestre para el negocio ganadero en Uruguay?

Al mes de mayo llevamos aproximadamente 1 millón de cabezas faenadas, 15% más que el año 2021 en el acumulado anual, teniendo en cuenta que el 2021 tuvimos un récord animales faenados, de carcasas más pesadas, de animales que promediaron los 30 meses, y a muy buenos valores. 

Estos datos fueron un preámbulo de lo que está ocurriendo en este 2022. En este año hay algunos indicadores también interesantes. Por ejemplo: entre los componentes de la faena, en este año cobra mayor relevancia la vaquillona, con un crecimiento porcentual de casi un 30% respecto al año pasado. 

También aumenta en la faena el novillo de dos y cuatro dientes en casi un 40%, el diente de leche 11%, y por lógica, caen significativamente arriba del 10% las categorías de seis y ocho dientes. Actualmente el 70% de los novillos faenados son diente de leche, dos dientes y cuatro dientes.

¿Estos datos son sostenibles? 

A mi entender, estos datos de la faena no solo son sostenibles, sino que deberían ser el objetivo. Estos volúmenes de faena y extracción se están dando en un contexto de buena base en la producción de terneros, con un rodeo de vacas y vaquillonas relativamente estable, con un rodeo que lógicamente es más joven. 

Aquí hay un gran mérito de todos los actores de la cadena, pero es importante destacar el mayor grado de eficiencia a nivel de producción, con una fuerte inversión en comida que permitió acelerar los ciclos productivos. 

¿Cómo evalúan la faena de hembras? ¿Podría verse comprometido el stock?

Esto se da además en un contexto de fuerte competencia por la tierra, con una agricultura pujante, precios de los granos firmes, y la forestación en crecimiento. Si bien es probable que este año se de una disminución del stock, entiendo que no sería un dato para alarmarse, ya que esto no estaría reflejando un proceso de liquidación ni mucho menos. 

Esta dinámica muestra una lógica, de que a estos valores tanto la industria como la producción vean la posibilidad de capitalizar el momento. No tengo dudas de que el sistema luego tenderá al equilibrio como lo ha hecho en otras ocasiones. 

La clave está en lograr acelerar las recrías, de machos, pero también de hembras, ya que en un momento de tanta dinámica y extracción la hembra cobra relevancia en la faena, pero también juega un papel determinante el hecho de ingresar con un mayor número de vaquillonas para entorar a edades más tempranas. Entiendo que la valorización de la hembra, desde la ternera hasta la vaca preñada, juegan un papel clave en todo este proceso.

¿Cómo evalúa la demanda de carne desde el exterior?

En este 2022 los números muestran que estamos con volúmenes interesantes de exportaciones de carne, a un valor medio de la tonelada exportada de poco más de US$ 5.000 en el acumulado anual, un 30% más que el año pasado. Y esto a su vez se está reflejando en buenos precios de la hacienda. El IMEX se ha incrementado significativamente en todos los destinos.

¿Qué se puede esperar para el futuro considerando el panorama de incertidumbre a nivel internacional?

Si tuviésemos que proyectar el mediano plazo, lo positivo, y quizás el elemento central, es que la demanda de carne a nivel mundial está firme, con China como protagonista, pero también hay señales positivas de otros mercados. 

Igualmente siempre debemos ser cautos al analizar el negocio de la carne y la ganadería en el tiempo. Se trata de un negocio lento y rentabilidades promedio históricamente bajas. Somos tomadores de precios en un mundo muy dinámico, expuesto a los vaivenes internacionales. 

La pandemia y la situación generada por la invasión de Rusia a Ucrania han movido el orden de prioridades de muchos países, y son un claro ejemplo de ello. Lo cual también está dificultando las posibilidades de concretar acuerdos, o mejores condiciones de acceso a determinados destinos. 

La situación de China marca otra señal de alerta, con una política de Covid 0, que está basada en un fuerte control de la movilidad de la población, con ciudades enteras de millones de habitantes confinadas, con puertos parcialmente cerrados, lo cual está impactando tanto en la distribución como en el consumo de alimentos, así como en el crecimiento económico de China.

El clima también es determinante. Cualquier evento climático adverso tiene impacto directo sobre las recrías y las tasas de preñez, lo cual puede impactar en la producción futura de terneros.

¿Cómo observa la evolución de los costos?

No se puede analizar el negocio pensando únicamente en los mayores ingresos, la facturación, o los buenos valores, sino que lo que importa es el margen. 

Hago mención a esto, porque uno ve que existe una confusión bastante general, con algunos actores que están tratando de instalar de forma equivocada, y en muchos casos mal intencionada, la idea de sector “beneficiado” en el que no se hace diferencia entre el ingreso que puedan estar teniendo las empresas agropecuarias, o la agroindustria en general, en comparación con los costos o la rentabilidad de las mismas. 

Y en ese sentido es importante remarcar que así como han subido los productos exportables, como la soja, la carne o los lácteos, también estamos ante una suba significativa y generalizada de precio de los insumos agropecuarios, combustibles (el gas oil aumentó 50%), fertilizantes (más de 300%), herbicidas (más del 100%), además del incremento del precio de las semillas, entre otros. 

Otro punto a tener en cuenta es el atraso cambiario, que se ha acentuado en estos últimos meses, por razones internas y externas. Todo esto se traduce en un importante incremento en los costos, empeorando la relación de precios para el productor, hacia un menor poder de compra. 

Por eso siempre insistimos que en el agronegocio el resultado hay que evaluarlo en el mediano plazo y no de forma coyuntural. También a nivel de la industria exportadora existen dificultades como los problemas logísticos que incrementaron sustancialmente el costo y disponibilidad de los fletes que se arrastra desde el año pasado. 

¿Es optimista en relación a los TLC que se están negociando con la Unión Europea, China y Turquía? ¿Qué otros acuerdos comerciales serían importantes para la cadena? 

El eje de la discusión pasa por el acceso. Cobra relevancia parte del riesgo que significa el hecho de concentrar las ventas en un cliente en particular.  Pero tampoco podemos negar que hoy el mundo depende directa o indirectamente de lo que haga o deje de hacer China. No somos la excepción. 

Ya sabemos que China es un mercado atractivo por sus bajas restricciones de acceso, que está pagando precios interesantes, que lleva todos los cortes valorizando toda la res, incluido el hueso, y que además tiene perspectivas de seguir creciendo. Es lo más parecido a contar con acceso pleno en un mercado, en donde no hay cupos y los aranceles no son extremos. 

Dentro de los desafíos que tenemos por delante está, sin duda, el de bajar barreras de acceso, generar acuerdos comerciales, con China y otros mercados, que nos permitan diversificar destinos. Japón y Corea son ejemplo de ello, en donde si bien hoy se accede, el arancel es de 40%. 

Para el caso del Sudeste Asiático, en países como Vietnam, Indonesia, Filipinas o Malasia, hoy tenemos ciertas restricciones en lo sanitario que debemos solucionar a la brevedad. En estos países de Asia puede existir un diferencial de precios interesante para determinados productos como las menudencias. 

Se está trabajando en la posibilidad de incorporarse al CPTPP (Acuerdo Trans Pacífico). Por otra parte Estados Unidos siempre es un mercado relevante, es el segundo importador mundial de carne, y hoy está muy activo, pero la cuota de 20.000 toneladas no deja de ser una limitante. 

El Reino Unido, tras el Brexit, se ha convertido en el octavo importador de carne, y allí también debemos trabajar. Respecto al acuerdo Mercosur-Unión Europea no tengo muchas expectativas en el corto plazo. 

¿Qué oportunidades podría capitalizar la ganadería uruguaya? 

Pienso que de a poco nos vamos transformando en una ganadería más desarrollada en varios aspectos, más madura, que muestra mayor estabilidad entre años, que ha ido incorporando algunas tecnologías de forma estructural. 

Sin duda siempre hay indicadores para mejorar. Pienso que estamos en condiciones de apuntar a objetivos más ambiciosos, como podría ser incrementar la tasa de destete, o incorporar hembras a edades más tempranas a los sistemas productivos como forma de ensanchar los rodeos de cría. 

A nivel interno esto se logra con un manejo más eficiente, mayor inversión, aplicación de tecnologías. Y hacia afuera: con una mejora en las condiciones de acceso, diversificación de mercados y reglas claras a nivel local, algo que con este gobierno no está en discusión.

En el fondo la clave está en que se mantengan los niveles de demanda firme, con buenos valores de la carne exportada y que eso sea trasladado a los valores de la hacienda en todas sus categorías.

“Quedó probado que la exportación de ganado no perjudica para nada a la faena”

Entrevista con el presidente de la Asociación Rural del Uruguay, Dr. Gonzalo Valdés. Contenido exclusivo para socios y suscriptores de ACG.

 

¿Cómo evalúa este año para el negocio ganadero?

En términos generales fue un año muy bueno, de mucha faena, con buenos precios por el ganado y buenos precios para la carne de exportación también. Con el desafío climático, hay zonas del país donde el agua hace falta. Y últimamente con la complicación sindical, que distorsiona el mercado.

¿Preocupa un probable aumento de la conflictividad hacia el futuro?

Las medidas o conflictos sindicales siempre acarrean problemas, que tarde o temprano repercuten en los productores. Ocurre en el rubro de la lechería, afectando la entrega de leche y es una complicación para los tambos; y ni que hablar en el caso de la ganadería, como pasó ahora, cuando quedaron ganados encerrados sin faenar. Todo eso genera una traba en la demanda de ganado y genera complicaciones logísticas.

Más allá de estos inconvenientes, ¿cree que este fue el mejor año para el negocio ganadero en los últimos tiempos?

Sin lugar a dudas fue un muy buen año, de los mejores, en cuanto a precios, volumen de faena, con la particularidad de que los precios de la reposición no acompañaron. Se llegó a un índice flaco-gordo con una relación 1 a 1, e incluso por debajo de 1. Es algo a lo que no estábamos acostumbrados, lo que genera cierto retraso para el sector criador. 

¿Cómo vio la actividad de la industria este año? ¿Cree que podrá mantener el ritmo de demanda y faena?

La demanda fue muy firme, traccionada por el comercio exterior, básicamente por China. Somos uno de los proveedores más importantes de ese mercado, lo que es muy destacado y traccionó a toda la cadena. Se estima que la faena de este año llegará a 2,5 o 2,6 millones de cabezas, otro factor que confirma que es uno de los mejores años en cuanto a volumen de faena. 

Estimamos que el negocio tiene excelentes perspectivas, que la demanda desde el exterior seguirá siendo importante. Es un desafío para que los productores aumenten su productividad, en línea con la industria, para poder lograr el objetivo de exportar cada vez más, no solo en precio sino también en volumen.

¿Qué perspectivas ve para el negocio ganadero?

Creo que seguiremos en los mismos parámetros actuales. Entiendo que el avance con el eventual tratado de libre comercio con China se concretará rápido, esto colaborará mucho. 

No se si se logrará una desgravación inmediata o paulatina, pero en definitiva va a ayudar mucho, y esperamos que esos mejores precios sean recibidos por la industria y trasladados al productor.

¿Son sostenibles estos niveles de extracción?

Sí, para llegar a estos niveles de faena tiene que haber una extracción buena. Si hay algo que quedó probado fue que la exportación de ganado no perjudica para nada a la faena, porque está abierta la exportación en pie y la faena sigue aumentando año a año.

Está claro que la exportación de ganado colabora con el mercado, lo ayuda, y no necesariamente compite con el volumen de ganado faenado. 

¿Cómo ve al sector criador?

Se quedó un poco atrás, por la relación flaco-gordo que comentaba, está un poco más expuesto a la situación climática. Empezamos el año con emergencia climática por la falta de lluvias, hoy de vuelta hay zonas que están necesitando agua, y la cría básicamente se hace a campo natural, y son las pasturas que más sienten la falta de lluvias.

¿Cómo analiza la gestión del actual gobierno y cómo está el vínculo? 

Más allá de la pandemia, en lo que tiene que ver con la actividad económica del país, el gobierno hizo hincapié permanentemente en los sectores productivos, entendiendo que son generadores de movimiento, dinamizadores de la economía nacional, reconociendo la importancia que realmente tiene el agro para el país. Además, la apertura del Mercosur genera expectativas de cara al futuro. 

¿Y con el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) cómo vienen trabajando?

Muy bien. Estamos al tanto de algunas actualizaciones y puesta a punto de las distintas campañas sanitarias vigentes en el país, cuestión que nos parece necesaria, no porque fueran malas sino porque necesitan cierta actualización. Es importante ponerlas al día, para que a los productores les resulte más sencillo, práctico y eficiente el estatus sanitario del país, que es reconocido.

La Academia Nacional de Veterinaria plantea que Uruguay deje de vacunar contra la fiebre aftosa. ¿Qué posición tiene ARU sobre este tema?

Todavía no recibimos esa postura de la Academia. Tenemos pendiente una reunión con ellos. Me gustaría tener los lineamientos, para conocer más precisamente lo que plantean, y cómo sería un eventual proceso. Pero sin conocer los detalles no puedo emitir opinión. 

¿Cómo están trabajando con las demás gremiales rurales en el grupo Campo Unido?

Bien, tenemos una conversación fluida con las demás gremiales. El grupo Campo Unido ha sido una muy buena iniciativa, que surgió en 2017. Nos mantiene actualizados de los temas, intercambiamos distintas opiniones, y es bueno estar así de conectados y alineados para poder trabajar en conjunto en muchos de los temas que estén en la agenda.

¿Cuáles son los temas que más preocupan en este momento?

Las jaurías de perros, ese es uno de los temas en los que venimos insistiendo ante el Instituto Nacional de Bienestar Animal. También estamos trabajando sobre las distintas campañas sanitarias.

También puso sobre la mesa la revisión de la institucionalidad agropecuaria, ¿qué habría que hacer allí?

Lo planteamos hace algo más de un año. Nos referimos a revisar las instituciones que están bajo la dependencia del MGAP. Cuando asume el ministro Fernando Mattos plantea un Plan Estratégico Agropecuario, que además de tocar estos temas de institucionalidad, también estaría la revisión del propio MGAP. Estamos a las ordenes para trabajar en ese sentido.

ARU celebró los 150 años, y ahora se viene la presentación de un libro conmemorativo.

Sí, se va a presentar el lunes 29. Un evento que cerrará este año tan especial para ARU. El libro es un homenaje a todos los directivos y funcionarios que pasaron por la institución durante estos 150 años. Es un reconocimiento al esfuerzo que han hecho, de haber mantenido siempre la institución con la mira puesta en el trabajo y desarrollo de la actividad agropecuaria.

El libro tiene el apoyo de diversas empresas, entes públicos e instituciones privadas, como la Asociación de Consignatarios de Ganado, que han estado vinculadas a la ARU durante todos estos años, haciendo historia juntos.

Los planteos de ARU al gobierno en el cierre de la Expo Prado

En su discurso, el presidente de la Asociación Rural del Uruguay, Dr. Gonzalo Valdés, se refirió a distintos temas como la revisión de la institucionalidad agropecuaria, la utilización de fondos de Colonización para la erradicación de asentamientos, las campañas sanitarias y el TLC con China, entre otros asuntos.

 

 

Como es tradicional, este sábado se realizó el acto oficial de la Expo Prado, con la presencia de la presidente y vicepresidente de la República en ejercicio, Beatriz Argimón y Graciela Bianchi, respectivamente, entre otras autoridades del gobierno nacional, de la institucionalidad agropecuaria, legisladores, entre otros.

Valdés comenzó su discurso haciendo un repaso histórico desde los orígenes de ARU, destacando que este año se cumple el 150 aniversario de la institución.

Revisión de la institucionalidad

Enseguida, señaló la necesidad de revisar la institucionalidad agropecuaria, aportando mejoras y adecuándola a las exigencias de los tiempos que corren, tomando el ejemplo de los países competidores, como Australia y Nueva Zelanda, donde se realizan revisiones periódicas, logrando más eficiencia e incorporando tecnología.

El presidente de ARU también reclamó maximizar la eficiencia administrativa y afirmó que el mismo camino deberían tomar los gobiernos departamentales, reduciendo la burocracia.

Valdés planteó que el MGAP “debe ser una solución y no un problema para los productores”, y reclamó una mejor y más inteligente gestión, que acompañe el desarrollo de un país agroexportador, que por escala debe producir especialidades y no materias primas.

Campañas sanitarias

En cuanto a las campañas sanitarias, Valdés se refirió a las problemáticas de garrapata, tuberculosis, brucelosis y el programa de erradicación de la mosca de la bichera, que “forman parte de la mejor gestión de la que hablamos”.

Sobre el programa de erradicación de la mosca de la bichera enfatizó que “puede ser financiado por los aportes que ya realizamos, sin crear nuevas tasas o impuestos”; y agregó: “rechazamos el impuesto del 1% para el combate a la bichera”.

El presidente de ARU solicitó firmeza en las sanciones a quienes no cumplan las campañas sanitarias pero, por otro lado, dijo que deben ser funcionales a las necesidades del productor y no al contrario.

En ese sentido, advirtió que “no se alcanzará efectividad mientras el MGAP sea percibido por el productor como una amenaza y no como un aliado”.

También planteó que lograr una mejor gestión institucional, y que los avances científicos no queden en publicaciones académicas sino que se apliquen en el campo.

Otros reclamos

Valdés también reclamó un firme combate a las jaurías. “No vemos resultados concretos por la ineficiencia del sector público en el Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA)” y advirtió que esta situación está poniendo en riesgo al rubro ovino.

Por otra parte, el presidente de ARU hizo mención a la sustentabilidad ambiental, destacando los extensos sistemas pastoriles y forestales de Uruguay, que captan carbono y que demuestran el injusto cuestionamiento a la ganadería, que proviene de países industrializados y proteccionistas.

El representante de los productores también rechazó el proyecto de ley que pretende limitar la forestación en las zonas de mayor productividad. “Rechazamos la prohibición legal de destinar recursos a la forestación u otra actividad agropecuaria”, dijo.

Colonización

El presidente de ARU apoyó la propuesta del gobierno de utilizar fondos del Instituto Nacional de Colonización (INC) para crear un fideicomiso que financie la erradicación de asentamientos. Valdés afirmó que el INC “está en condiciones de financiarse con recursos genuinos, incluso de comprar más tierras”, y la decisión de financiar la erradicación de asentamientos “es adecuada y de bienestar social para 200.000 personas que carecen de viviendas dignas”.

Importancia del agro en la economía

Además, Valdés dijo que es esencial la conciencia de la importancia económica del agronegocio, a nivel educativo, político y social.

Destacó que las exportaciones vinculadas con el agro representan el 75% de las exportaciones uruguayas, y que de los 10 productos más exportados ocho son del sector: el primero es la carne, el segundo la celulosa, el tercero la soja y el cuarto los lácteos.

ARU solicitó actualizar un estudio sobre el efecto multiplicador del agro en la economía, realizado en 2015 por la Facultad de Ciencias Sociales, que concluyó que cada dólar generado en el sector agropecuario se multiplica por 6,22%, siendo el sector que más derrama en la economía nacional.

Desde la gremial consideran que la incorporación de tecnología de los últimos años elevaría ese efecto multiplicador.

Valdés destacó que la ganadería es el mayor dinamizador de la economía, sobre todo en la recuperación del país pospandemia. “Producimos alimentos para 30 millones de personas y tenemos un potencial de crecimiento muy importante”, dijo el presidente de ARU.

Valoró que se mantiene el stock ganadero en 12 millones de cabezas, con tendencia al alza, a pesar del aumento de la faena y de la exportación en pie.

En ese sentido destacó un claro aumento de la productividad, un acortamiento del ciclo productivo, una mayor eficiencia, ya que los novillos se faenan más jóvenes, manteniendo el peso. Todo esto a pesar de sequías, lo que demuestra la incorporación de tecnología.

Valdés subrayó que la ganadería y el arroz son los sectores que incorporan más tecnología, investigación y desarrollo, lo que en definitiva es más valor agregado. “Una muestra de ello son las cabañas que aquí participan”, remarcó.

Más adelante, dijo que le sorprende que haya actores políticos y sociales que sostengan que la política del gobierno no impulsa el desarrollo económico sino que favorece a sectores empresariales, como el rural. Valdés enfatizó que las empresas suelen tener una reacción negativa a la presión fiscal en aumento, afectando la inversión, producción y generación de empleo.

Destacó que el fomento de la actividad empresarial, como la Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones (Comap) favorecen a la economía, y permiten generar empleo genuino, producción exportable, divisas y multiplicarlas por 6 en toda la economía nacional.

Valdés valoró que en este momento se está pasando por un periodo de buenos precios internacionales, pero advirtió que el negocio agropecuario es impredecible, por el clima, y que su resultado debe ser evaluado en el mediano plazo.

Por otra parte, se refirió al atraso cambiario y a la inflación en dólares, que afecta la viabilidad del negocio agroexportador; así como el costo de los combustibles. Valdés dijo que la fijación de los precios de los entes públicos debe estar siempre acompañada por una política de drástica austeridad.

“No nos oponemos a subsidios al transporte público de pasajeros, pero debe de provenir de rentas generales y no cargar a la producción, afectando la competitividad del país”, dijo el presidente de ARU.

TLC con China

ARU apoyó la iniciativa de firmar un tratado de libre comercio con China y se comprometió a “aportar lo necesario por el bien del país”, dijo Valdés.

Agregó que es necesario bajar los aranceles que pagan los productos uruguayos, que totalizan U$S 340 millones, de los que U$S 205 corresponden únicamente a carne vacuna. “Eso afecta la competitividad”, advirtió.

Valdes reclamó un proceso de desgravación para ingresar con los productos uruguayos a China y Corea sin aranceles, como lo hace Nueva Zelanda, y tasas preferenciales en Japón; así como aumentar las cuotas para ingresar con más productos a Estados Unidos.

Finalmente, Valdés se comprometió a que ARU seguirá promoviendo el desarrollo de las familias rurales, a través de la educación y la igualdad de oportunidades. Sostuvo que Uruguay tiene capacidad de liderar los índices de crecimiento a nivel mundial.

Y concluyó citando las palabras del primer presidente de ARU, Juan Ramón Gómez: “Al trabajo y adelante. ¡Viva la patria!”.

Acceda aquí al discurso completo.

 

Foto: El Observador.

 

“Si el recriador y el invernador tienen forraje, los 3 millones de terneros son absorbidos sin problema”

Entrevista con el Ing. Agr. Guzmán Tellechea, productor, expresidente de ARU y exdelegado de esa gremial en la junta del INAC; contenido exclusivo para socios y suscriptores.

 

¿Cómo analiza el actual momento de la ganadería?

Este fue un año muy bueno desde el punto de vista del mercado, con una dinámica muy importante en la demanda de la industria frigorífica, con una faena muy alta. 

A su vez, en los ganados de reposición, según hemos visto en los remates por pantalla, también hay una alta demanda, con precios que han aumentado en las últimas semanas. En este caso las subas no fueron tan agresivas como en el mercado de los ganados gordos, fundamentalmente por la escasez de pasturas o forrajes, por un invierno duro. 

El invierno no fue de los peores, pero hay poca capacidad forrajera, por lo que veo en esta zona del litoral, el año pasado fue bastante mejor. 

Hay una gran dotación de vacunos en el país, orillando los 12 millones de bovinos, y con otras producciones como la lechera, la agrícola, la forestal y la ganadería ovina, que también demandan su espacio.  

Pero en términos generales, es un muy buen año para la ganadería, con muy buenos valores.

¿Cree que la brecha en la relación flaco-gordo se debió a la alta producción de terneros o a la situación forrajera?

La atribuyo más al tema forrajero. Si bien la exportación de terneros en pie fue mucho más tranquila que la de otros años, si los productores ganaderos, el recriador y el invernador, tienen forraje, esos 3 millones de terneros son absorbidos sin problema.

La locomotora es la industria, que tira de todos los vagones, y este año estamos llegando a volúmenes de faena que hace tiempo no veíamos, y lo que nos alerta es el problema logístico, la escasez de contenedores refrigerados y la ruta de embarque, que se debe desviar a Brasil y a Chile. Esperamos que esto no frene la faena, que es muy importante para la extracción de los ganados en los campos.

Pero la relación flaco-gordo que desde hace un tiempo venía muy favorable para el criador, con este ritmo muy fuerte de faena, el invernador tuvo la posibilidad de reponer con una relación mucho más favorable. Eso está dado por una suba de precios muy fuerte de los precios de las haciendas gordas, por una demanda de carne muy alta por parte de China.

Ahora los precios de la reposición se han ido entonando, vimos remates por pantalla con 100% de ventas y precios muy buenos. Pero creo que todos los eslabones de la cadena están conformes.

A principios de este año, e incluso en el otoño, no pensábamos llegar a estos precios por el novillo gordo, se han logrado hasta US$ 4,50 (por kilo en cuarta balanza) en algunos casos. 

Pero hay que tener mesura hacia adelante, porque todos sabemos que cuando los precios van muy para arriba o muy para abajo, a la corta o a la larga se terminan ajustando.

 

“A principios de este año, e incluso en el otoño, no pensábamos llegar a estos precios por el novillo gordo”

 

¿Con estos nuevos precios de los granos se destinó más área del litoral a la agricultura y se redujo la ganadería?

Acá se ve una tendencia mayor hacia la colza en invierno, se van varios lotes florecidos, creo que hubo un poco de sustitución de trigo y cebada por colza. Si bien los precios de los granos han subido mucho, estamos evaluando las decisiones a tomar en una primavera y verano con pronóstico de Niña moderada.

También hay que considerar que los costos han subido muchísimo. Los precios de los fertilizantes han subido más que los granos, las semillas también y el combustible. Así que la suba de costos y el efecto de la Niña nos hace estar a todos con la calculadora en la mano para tomar decisiones. 

Creo que no habrá aumentos demasiado importantes en el área agrícola, porque la ganadería está con buenos resultados, así que se seguirán haciendo pasturas y rotaciones, porque además hay que cuidar los campos. 

En definitiva, creo que no se darán cambios muy significativos en traslados de áreas de la ganadería a la agricultura. 

¿Los problemas logísticos que enfrenta la industria para la exportación de carne generan alarma?

No sé si alarma, pero sí preocupación. Por lo que pudimos conversar con el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (Fernando Mattos) y con la industria, sabemos que hay embarques que se han desviado a otros puertos, de Brasil y Chile. No sabemos qué sobrecosto puede tener eso, pero lo importante es seguir con un comercio fluido y dinámico. Eso después, de alguna manera, se traslada.   

Sabemos que las autoridades están trabajando en el tema, con todos los involucrados, así que esperamos que esto se pueda ir solucionando. Pero no es un problema de Uruguay, sino a nivel mundial. 

Tampoco hay que descuidar los contenedores en esos puertos, sabemos que es algo a lo que el gobierno le está poniendo atención. Hay que esperar esos contenedores antes de ser descargados. 

Hay un tema mundial, logístico, al que hay que ponerle atención. Estamos preparados para producir y para exportar, pero hay que prestarle atención al tema logístico.

 

“Creo que no habrá aumentos demasiado importantes en el área agrícola, porque la ganadería está con buenos resultados”

 

¿Qué problemas cree que podría solucionar el actual gobierno? ¿Dónde le genera mayores expectativas?

En materia de mercados sabemos que el gobierno nacional está buscando flexibilizaciones dentro del Mercosur, acuerdos con la mayor cantidad de países que sea posible, con una mirada sobre el Sudeste Asiático. El canciller (Francisco Bustillo) visitó Turquía, donde se abrirá una embajada de Uruguay. Turquía es un país muy importante para el comercio, está en un punto estratégico. 

Bajar los aranceles es un tema prioritario, aunque sabemos que no es fácil. La inserción internacional es una preocupación que tiene el gobierno y la tenemos todos, porque Uruguay es un país necesariamente exportador, ya que tiene un mercado interno muy chico, con una capacidad de producción muy grande y de productos de calidad. En ese sentido estamos todos en el mismo barco, tratando de remar para el mismo lado.

¿Cómo observa el panorama de mercados?

Vemos que Europa está reactivando su economía y sus servicios, así que por ahí vemos una luz de oportunidades, sobre todo de carnes.

Estados Unidos es un mercado al que le prestamos mucha atención, porque tiene un potencial muy bueno para los productos uruguayos, no solo carne vacuna y ovina, sino también de otros rubros. Siempre hay que tenerlo presente, aunque tenemos el problema de cuotas y aranceles, como en muchos otros mercados.

En apertura de mercados estamos muy bien, pero tenemos el problema de los aranceles. Uruguay está en desventaja con otros países competidores, como Australia y Nueva Zelanda, en el rubro carnes, que es el que más dólares deja por el camino.

Vemos un consumo de carne per cápita en aumento, se están haciendo promociones en Japón y en China, donde se está trabajando desde hace tiempo. 

 

“Estamos preparados para producir y para exportar, pero hay que prestarle atención al tema logístico”

 

¿Preocupa la alta dependencia del mercado chino?

Es importante diversificar mercados, no es bueno tener concentrado el mercado en un solo comprador. Pero Uruguay ha tenido una capacidad negociadora y exportadora muy competitiva desde la industria cárnica. 

Recuerdo cuando Rusia era nuestro principal comprador, cuando también lo fue Estados Unidos. También hay que aprovechar la demanda, porque la demanda de China es muy importante y obviamente tenemos que venderle, pero sin descuidar otros mercados complementarios.

Hay que estar atentos, y en ese sentido la industria creo que es muy profesional.

Y a nivel de gobierno está claro que hay que mirar hacia los mercados del Sudeste Astiático.

La Asociación Rural del Uruguay está cumpliendo 150 años, ¿cómo lo va a celebrar?

El 3 de octubre la Asociación Rural del Uruguay (ARU) estará cumpliendo 150 años, una fecha trascendental, histórica, importantísima. Las dificultades que nos ha traído la pandemia, con sus limitaciones, nos llevó a cambiar los planes. 

De cualquier manera estamos trabajando muy fuerte en un libro conmemorativo, de mucha calidad, historia, información y otros contenidos. 

Agradecemos especialmente a la Asociación de Consignatarios de Ganado por apoyarnos en la edición de este libro. 

Además, estamos trabajando en un evento que se realizará el 3 de octubre en la Rural del Prado, con actividades culturales, fundamentalmente con gente del interior del país.

A su vez, tuvimos el apoyo de bodega Garzón, con un vino conmemorativo de los 150 años, que entregaremos a los grandes campeones de la Expo Prado.

Se va a lanzar un sello postal y matasello, diseñado especialmente para los 150 años de ARU; y el Gran Premio Asociación Rural del Uruguay 150 Años, en el Hipódromo de Maroñas.  

Tengo la responsabilidad y el honor de presidir la comisión de los 150 años de ARU, que me encargó el Ing. Agr. Gabriel Capurro (expresidente de ARU) el año pasado.

Es un momento muy especial, le vamos a dar toda la importancia que se merece, pero con toda la sensibilidad y la seriedad que requieren las actuales circunstancias de pandemia.

 

 

Foto: gentileza ARU.

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